En pleno parque nacional de West Coast, Sudáfrica, esta cabaña se diseñó para disfrutar de los placeres simples con tan buen ojo que se mantiene casi intacta y siempre fresca.
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A orillas de la inmensa y muy azul laguna Langebaan, el pueblo de Churchaven se conserva tan rústico que no lo alcanza el wifi ni la red de electricidad: es el reino de los paneles solares y la tranquilidad. Allí sigue en pie, prácticamente sin modificaciones, esta casa que publicamos una década y que, por su entorno rústico que no les ofrecía a los turistas restaurantes, cafés ni hoteles, sino un lugar donde apaciguar el alma, en su momento nos recordó a Cabo Polonio de antaño.
Dándole un marco perfecto a muebles de todas las edades, los pisos del living-comedor con cocina integrada se hicieron usando cemento alisado, al que se le agregó el brillo de la arena de la playa vecina.
“Le encargamos los módulos de madera lavada a un carpintero de la zona, el mismo que hizo los placares de los dormitorios. Es más, nos gustó la idea de que existiera cierta continuidad estética entre ambientes que, en apariencia, no están muy relacionados”, nos explicaba Helen.
Estirar los metros construidos
La sensación de refugio espiritual que emana del entorno inspiró el diseño de esta cabaña bautizada Scrimshaw, que se creó teniendo muy en cuenta su situación, y esto no se limita a los 140m² permitidos para construir en esa área. “Nuestros arquitectos, Michael Rudolph y Steven Lennard, nos sugirieron un modo ingenioso de maximizar el espacio”, explica Helen Untiedt, que, junto con su marido, encargó la obra cuya propiedad hoy comparte con un grupo de familias.
“El planteo evita los corredores internos en favor de puertas que se abren desde cada cuarto al exterior, de tal modo que si la noche termina en el ambiente social integrado, uno tenga hacer un corto trecho bajo las estrellas para irse a dormir”.
Dormitorios de aire romántico
A la austeridad de los ambientes, la decoración le trae una sensación de lujitos permitidos. Por ejemplo, las camas se mandaron a hacer a medida en Ciudad del Cabo tomando como base un diseño antiguo, y luego se les dio una pátina para envejecerlas. O el detalle de las cortinas, hechas con linos franceses con monogramas o géneros floreados, en composé con los almohadones.
Arriba, a la derecha y abajo, distintos ángulos de la suite principal que, siguiendo el estilo de los ambientes sociales, integra varios rincones y funciones. Toda una sorpresa, la bañadera con patas queda oculta tras un biombo cuando es preciso. La bacha con su correspondiente grifería se empotraron en un mueble antiguo al que se le colocaron mosaicos azulados para darle vida y proteger la madera de las normales salpicaduras.
Postales de verano
Un sencillo pero invalorable recurso en una casa de playa es una ducha al aire libre, para que se refresquen los que toman sol en la terraza o limpiar pies llenos de arena. Detalles como éstos dan cuenta de una casa en las que horas de trabajo sobre el diseño y la decoración dieron como resultado un espacio para hacer exactamente lo opuesto: disfrutar del tiempo con calma y libertad.
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