Te damos 12 ejemplos reales para armar tu rincón de lectura en el living, el dormitorio o el balcón
Aunque esté en el living, un sillón separado forma parte de la gracia de un hábito que implica intimidad. Te mostramos ejemplos cálidos e innovadores, en casas reales.
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Tardecita de invierno y una hora libre. La fantasía de sentarse a leer tranquilos se puede parecer bastante a la imagen bajo estas líneas, que pertenece a una casa en Holanda que mostramos hace poco (la pueden ver completa acá). Gran parte de la magia está en la chimenea, por supuesto. Acá bastó con arrimar al fuego un sillón cómodo y punto.
“El living orientado al jardín tiene una atmósfera meditativa que emana tranquilidad. Después de un día de trabajo movido, acá es donde me relajo”, dice la dueña de casa.
Pasemos a un monoambiete
Como las chimeneas no son un accesorio común, menos todavía en un departamento de pocos metros, allí la lectura será en la cama o en el sofá, un elemento clave en livings de cualquier medida. La tendencia actual indica aquellos que permitan acostarse, por eso no se aconseja uno curvo si va a ser el único. Y si hay que aprovechar el espacio, lo mejor son los de brazos angostos. (También, es mejor cederle todo el lugar posible y poner una mesa chica y liviana). En cuanto a la iluminación, por metros y por función, una lámpara de pie finita, que garantice un buen haz de luz, por mucho que nos gusten los veladores y la luz de abajo.
La arquitecta Victoria Diamore, socia de Dicha Studio, nos dice sobre este departamento que reformó y en el que vivió un tiempo durante la pandemia. “Era una suerte de caja de zapatos en un edificio de monoambientes. Hice la arcada para darle una dimensión más doméstica”.
Soluciones únicas
Volvamos a los ambientes que permiten más libertad de movimiento: no todo será poner una poltrona con una lámpara al lado. Acá les mostramos una intervención genial que hizo el arquitecto Gerardo Azcuy, al frente de la desarrolladora Azcuy, cuando encaró la reforma de su casa, que les mostraremos completa en la edición de septiembre de Living. Junto con la arquitecta Sol Juárez, diseñó este auténtico refugio dentro del living, y Quintana Casa lo materializó con paneles de fenólico y espuma tapizados con un género símil arpillera.
“En un extremo del living, propusimos una reversión del cuarto de tatami japonés (con colchonetas de paja para relajarse o practicar artes marciales). Es un rincón alternativo para recostarte o leer en paz, resguardado por una espectacular aislación acústica”.
Una burbuja protectora
Otra ventana tratada con ingenio que ofrece esa sensación de abrigo ancestral. Porque los espacios grandes no siempre son fáciles de resolver: es preciso ambientarlos respondiendo a la escala y proponer límites agradables. Un buen ejemplo lo vemos en este playroom dentro de una obra del estudio OON Architecture.
En esta fantástica casa (que pueden ver haciendo click aquí) varios de los ambientes se revistieron con madera, que no solo da calidez sino que colabora con la acústica: un plus para la sala de juegos, lectura y cine.
Una biblioteca especial
A principios de año visitamos a los arquitectos Facundo Morando (al frente de la sede local del estudio Richter-Dahl Rocha) y Agustina Raspagliesi en su departamento de Recoleta. Está en un edificio firmado, ni más ni menos, que por Mario Roberto Álvarez que incluso vivió allí muchos años. Para este espacio modernista de planta libre, diseñaron esta biblioteca semitransparente, que ejecutó Oficios Asociados, para crear un estar íntimo sin cerrarlo al sector social.
La biblioteca semitransparente le da lugar a un estar íntimo donde leer tranquilo, y su carga de diseño le da identidad a todo el espacio.
El playroom
No es solo para jugar ni el lugar destinado al desorden aceptado. Es un lugar, sí, más relajado que el resto. Y si en una casa importante como esta que Melanie Guibert ambientó, el living sigue siendo formal, acá el sofá tiene dos almohadones mullidos en los apoyabrazos para invitar a echarse sin ceremonias. Bueno, solo la de una buena lectura.
No importa si es grande o chico. Para la mayoría, lo único que importa es que el rincón de lectura sea blando, con texturas que abriguen y colores que envuelvan.
En el dormitorio
Cuando el ambiente privado por excelencia lo permite, a los que se adormecen leyendo en la cama les recomendamos armar allí su rincón. Una silla cómoda y buena luz es lo único necesario. Después, bienvenido el diseño.
Hablando de diseño, nuestro rincón de lectura puede (y debería, ya que estamos) contribuir con la atmósfera que buscamos. En el caso de Cecilia James, dueña de Desde Asia, el estilo es claro. Acá les mostramos un sector del departamento que diseñó para Experiencia Living 2023 en Distrito Quartier.
“En el dormitorio, nos propusimos mostrar cómo materiales, texturas y épocas diferentes pueden combinarse en total equilibrio”, dice Cecilia James.
A otro nivel
Los desniveles se volvieron a poner de moda. Sobre todo esos que forman lo que en inglés denominan “conversation pits”. Casi siempre con bancos de obra alrededor de una chimenea, toman un sector del espacio social para crear uno más íntimo. Lo cierto es que no solo se disfrutan conversando: también le dan lugar a eso tan lindo que es leer de a dos. Acá les mostramos uno dentro que fue parte de una refoma en San Isidro, llevada a cabo por Miguel de Tezanos Pinto, al frente de Tez Estudio.
El “living de invierno” es uno de los desniveles setentosos de la construcción original, que dueños y arquitectos decidieron conservar.
Solo para mí
Estos sillones circulares, tendencia desde hace unos años, son casi un sofá individual y, aunque estén en un gran living, llevan en sí el aura de privacidad. Es que tienen las dimensiones para estirarse y una forma que invita a acurrucarse. Así lo vimos en la casa del arquitecto Tomás Magrane y su mujer, la diseñadora de interiores Martina Correa.
En lugar de una mesa ratona, que por el tamaño del living hubiera resultado insuficiente o gigante, pusieron muchas mesas circulares, que van moviendo de acuerdo a cuántos sean y cuál sea el programa.
El mejor destino
Un rincón junto a una puerta, con una ventana fabulosa. Qué mejor que aprovecharlo con un sillón a su medida y mirar las páginas pasar.
Leer en el balcón
Muy festejado por su luminosidad, en el monoambiente que la arquitecta Cecilia Fidanza ambientó para Experiencia Living 2023 el interiorismo tuvo los objetivos explícitos de destacar vistas y crear una atmósfera serena, conceptos que se trasladaron al balcón, lógicamente. Es que, en un departamento de pocos metros, el espacio al aire libre no solo debe incorporarse al diseño interior para agrandarlo, sino dale el mayor uso posible. Para su clienta imaginada, gran lectora y amante de la naturaleza, blanco, verde y una elegante poltrona con apoyapiés bastaron para concretarlo.
“El desafío era resolver todas las necesidades de una persona en menos de 50m2, sin achicar el espacio ni abarrotarlo de muebles. Las elecciones debían ser pocas, pero precisas”, recuerda Fidanza.
LA NACION
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