Ubicada en medio de las sierras de Río Grande do Sul, tiene un interiorismo con calidez de abuela que apuesta por ambientes para disfrutar todos los días.
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El canal de YouTube Diycore com Karla Amadori tiene 1,84 millones de suscriptores habituados a la expresión “carinha de casa de vó” (clima de casa de abuela), buena síntesis del estilo que reina en el hogar de Karla y Johnatan en la ciudad brasileña de Gramado. Registrada minuciosamente en las redes, la obra requirió trabajo y un gran equipo. El arquitecto Luis Maldaner, experto en soluciones sostenibles en steel frame, fue responsable de la construcción inspirada en los graneros estadounidenses, mientras que su colega Gabriela Loss colaboró con la dueña de casa y diseñadora de interiores en la ambientación de los espacios.
"Para mí, decorar tu casa va mucho más allá de simplemente ‘cambiarla’. Tiene que ver con cómo la habitás, cómo creás experiencias, cómo te hace disfrutar un poco más de la vida."
Karla Amadori, dueña de casa y creadora de @diycore
Confortable y artesanal
“La comodidad es nuestro lema”, asegura esta pareja de alma antigua y mirada de futuro que puede pasar días desgastando a mano los ladrillos que revisten el estar y también prescindir de grandes placares, porque toda su ropa cabe en una caja. Karla resume esa filosofía cuando aconseja a sus seguidores: “Cada uno tiene sus gustos; la diferencia la hace un poco más de confianza”.
La pared principal tiene un revestimiento de rodajas de ladrillos de demolición blanqueados y desgastados a mano para conseguir el efecto rústico.
La isla se apoya sobre una carpeta hecha por Johnatan con ladrillos de demolición y piezas de cerámica. En lugar de alacenas, se optó por estantes de maderas recuperadas iluminados por lámparas de pared de estilo industrial, más expresivas que las habituales tiras de led.
“Clima de casa de abuela”
"Me apasionan la madera, las texturas y los ambientes cálidos, pero no porque me conecten con un recuerdo, sino con la sensación de bienestar. Es gracioso, nuestra casa tiene nostalgia de algo que no viví."
Karla Amadori, dueña de casa y creadora de @diycore
Aunque son meramente decorativas, las vigas de madera son la estrella de estos interiores.
Cada ambiente está iluminado con spots orientados al techo. “No tener artefactos centrales fue una de las mejores decisiones”, dice Karina, que así consiguió destacar las vigas y crear, al mismo tiempo, un clima acogedor.
Una suite a medida
El paisaje fue un factor determinante en la elección de este terreno frente a un área protegida. La pared enteramente vidriada garantiza vistas verdes desde la primera hora de la mañana.
Así como el contacto con la naturaleza fue la condición sine qua non, un vestidor jamás estuvo en los planes de la pareja, que, por otro lado, nunca hubiera desaprovechado el espacio para el ventanal con un mueble. Entonces, sobre las vigas montaron un placard mínimo con puertas corredizas de esterilla.
El cemento quemado en las paredes ofrece un revestimiento impermeable de acabado pétreo, apto para el box de ducha, y también sustentable. ¿Por qué no hay una bañadera con patas en este santuario vintage? “No nos pareció práctico para el día a día”, razona la pareja.
“Investigando en algo rústico, fuera de lo convencional, que atendiera nuestras necesidades y se conectara con la arquitectura tradicional serrana de Gramado fue que llegamos al formato de granero”.
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