Por fuera, un frente alineado con el de las casas vecinas. Por dentro, un planteo arquitectónico contemporáneo que celebra la apertura y pone de manifiesto su credo sustentable y estético.
- 2 minutos de lectura'
“Tenía muchas ganas de construir mi propia casa”, cuenta Verónica Gilotaux, arquitecta del Estudio Mezcla, proyectista, lighting designer y directora de obra del hogar que comparte con su marido, Bruno, y su hija, Olivia. Fue momento, entonces, de aplicar su vasta experiencia en reciclajes.
Para aprovechar al máximo la vista al parque y la orientación norte, Verónica analizó fachadas, aleros, ventanas e inclinaciones para verificar su comportamiento en cada mes y horario junto con el arquitecto Nicolás Neira, parte del equipo de Estudio Mezcla, del que es socia con María Carew y Eugenia García Castera. En cuanto a la aplicación de ideas sustentables, aislaciones y energías renovables, fue asesorada por el arquitecto Daniel Kozak. Un análisis apasionado, interdisciplinario y minucioso para la vida familiar en una casa inteligente.
“Me inspiran Wladimiro Acosta, por su arquitectura bioclimática; el estilo nórdico de Alvar Aalto; Richard Neutra y la arquitectura californiana de Frank Lloyd Wright, como también los espacios integrados japoneses”.
A la planta alta, nuevo espacio social
“Para respetar el estilo ferroviario original, usé perfiles metálicos como refuerzos, tanto en las vigas doble T como en las columnas. Y elegí el blanco para que se fundieran con las paredes”.
La planta alta se hizo de cero, con lo que pasaron de 100 a 220m2. El área social está retirada del frente mediante el balcón terraza. En el sector del living, sillón tapizado en gabardina (Ikea), alfombra (Mihran) y asiento tallado en madera del escultor Jorge Michel.
"Me atraía plantear el área social en el piso superior para aprovechar la vista y ganar ventilación y asoleamiento."
Arq. Verónica Gilotaux, a cargo de la reforma y dueña de casa
“El origen ferroviario de la edificación, de los años 40, me inclinó por la construcción en seco, que además aceleró los tiempos de obra: la resolvimos en ocho meses y medio”.
En el comedor, mesa y sillas ‘Tulip’, lámpara colgante de acrílico opalino ‘Venezia’ (Studio Luce). Los pisos son prefinished roble claro. Por seguridad, la salamandra ‘Firepoint’ (Bosca) está apoyada sobre un cuadrado del porcelanato que se usó en la cocina. El entrepiso -que balconea sobre el ambiente integrado- es un espacio flexible que funciona como escritorio, lugar de juego y cuarto para invitados. A su altura, fotografía de Margarita Wilson-Rae.
Una cocina para ir descubriendo
“Queríamos una cocina abierta, que fuera atractiva y se aprovechara. Al ser profunda, tiene varias instancias: no ves todo desde todos lados”.
Para el gran asador
A través del techo verde se llega al sector parrillero diseñado para máxima comodidad de Bruno, gran asador. Tiene parrilla aislada de la medianera con lana de roca, y se colgó para no cargar tanto peso sobre el deck.
“Dentro de la ciudad, Saavedra siempre fue un gran favorito: tiene espacios verdes con mucha vida y un centro comercial importante; está creciendo, pero guarda su identidad barrial”.
Dormitorios con vegetación propia
El jardín de la planta baja y la terraza generan un pulmón: las ventanas –algunas de PVC y DVH de Rehau, otras de cedro recicladas– permiten tener ventilación cruzada.
La suite, es el único ambiente ubicado según la distribución original de la vivienda. Tiene cama con espacio de guardado incorporado, diseñada por la dueña de casa. La pared de la cabecera, en tono durazno (Sherwin Williams).
.En el baño principal, piso de porcelanato ‘Basalt Bianco’ de San Lorenzo; el lateral de la bañadera, con revestimiento verde botella (Portinari).
Un sistema de colector solar precalienta el agua y otro de recolección de agua de lluvia sirve para la descarga de los sanitarios y el riego.
Más notas de Casas de arquitectos
Más leídas de Revista Living
Minimalista. Una casa de arquitectura moderna sorprende en el barrio de las "calles románticas"
Pasamanos de casas. La decoró para una amiga y terminó mudándose ahí años después
En el centro de San Isidro. Reconoció el potencial de una casita inhabitable, la abrió a la luz y le dio una distribución actual
Con galería, quincho y todo lo que nos gusta. Una casa de Luján luce su meditada sencillez en un terreno de árboles añosos.