El estudio a cargo del proyecto y la obra fue más allá de los guiños de época; los muebles a medida y las obras de arte terminan de cerrar la experiencia.
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Fanáticos de la arquitectura racionalista de los años 30 y 40 hay muchos, y por excelentes motivos. El dueño de casa lo explica así: “No sé si es la influencia de mi padre arquitecto o cierta nostalgia por una calidad de construcción que asocio con el pasado, pero siempre quise una casa racionalista”, nos contaba Torcuato. Con esa premisa se contactó con el estudio McCormack Asociados, que en aquel entonces todavía no había firmado el emblemático edificio Los Molinos. El arquitecto a cargo de proyectar esta vivienda para una pareja con dos hijos fue Sebastián Balbuena, que trazó una construcción con tintes lecorbusieranos, donde priman la materialidad, la simplicidad en las formas y la funcionalidad como ley primera.
El carácter de la fachada está dado por los canteros de hormigón, las aberturas tipo claraboya y el camino de piedra ‘París’ circular, con un apoyo lúdico sobre el césped de grama ‘Tifway’. Ese camino desemboca en un gran portón de bloques de madera de paraíso con detalles laqueados diseñado por Martín Larraburu, a cargo en esa época de un recordado local de Palermo: Urano Design.
"Mi idea no era hacer una casa moderna con algún guiño de estilo, sino realmente recrear el espíritu de la construcción racionalista."
Arq. Sebastián Balbuena, del estudio McCormack, a cargo del proyecto
Interiores claros
“La casa se hizo con doble muro de ladrillo, con cámara en el medio. Para los pisos elegimos piedra ‘París’, bien años 40. La licencia moderna está en las aberturas, que son de aluminio pulido”, explica el arquitecto. En el living, sofá en ‘L’ (Urano Design), alfombra de lana natural (Elementos Argentinos) y sillones antiguos comprados en un anticuario de Don Torcuato.
“La combinación de la arquitectura con el diseño de muebles dio como resultado un atractivo atemporal. “Las paredes estuvieron en blanco hasta que conocí a Diderot. Art. Con ellos desmitifiqué un poco el halo inaccesible del arte y me animé con unas obras contemporáneas”, comparte el dueño de casa.
Un panel de madera pintada remata el comedor con una trama geométrica de gran efecto.
Cocina con diseño y color
El corazón de la cocina es una práctica isla central con mesada de mármol (Mármoles Antón), horno (TSH) y bacha circular, acompañada por sillas altas de madera con respaldo y una campana de acero inoxidable (TSH). Junto a la puerta pivotante con recortes de vidrio, un mueble de madera completa el espacio de guardado..
Galería lateral con cerramiento de vidrio plegable
“La galería está ubicada sobre el lateral de la casa para dejar libre la vista al jardín desde el living y el comedor. Con un cerramiento vidriado y plegable (Habital Design), este espacio se aprovecha todo el año”, comenta Balbuena y aclara que, a pedido del dueño, los paneles de vidrio se cortaron angostos, para ocupar el mínimo espacio posible cuando están plegados.
Dormitorio con textura
Al igual que el comedor, en el cuarto hay un panel de placas de madera pintadas que se luce casi como un cuadro. En este caso, es corredizo y sirve de persiana para las claraboyas.
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