Un equipo de excelencia diseñó esta construcción moderna con interiores, decoración y paisajismo que parecen tener años de historia.
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“Nos costaba imaginar una casa nueva, recién construida. Nos gustan los objetos auténticos, curtidos por los años, que cuentan historias”, dice la dueña de esta casa pensada metro a metro al calor de las imágenes y las sensaciones que dejaron los viajes familiares a la Toscana, una región que les fascina. Mientras buscaban un lote, confirmaban sus certezas: se iban a tomar todo el tiempo que hiciera falta (y fueron tres años) para construir un nuevo hogar con lo último en tecnología, pero que a la vista pareciera antiguo.
Segura de lo que anhelaba, la familia se rodeó de un equipo de profesionales que se involucraron de lleno en un trabajo que demandó investigación y mano de obra experimentada. Le confiaron el diseño y proyecto de obra al arquitecto Alberto Artemio Rossi, fundador de Estudio DU. El arquitecto y paisajista Jorge Bayá Casal estuvo a cargo del paisajismo, y Pablo Chiappori aportó su particular visión en el interiorismo.
Espacios de alto impacto
Columnas toscanas y arcos de medio punto enmarcan la puerta en madera de laurel por la que se accede al gran hall central de doble altura. La escalera imperial revestida en mármol lleva hacia los dormitorios. Un olivo de 40 años, traído desde Mendoza, en el centro del patio interno, uno de los espacios preferidos de los dueños de casa, donde también hay camelias y especies que crecen a la sombra.
En el living se definieron dos sectores separados sutilmente por biombos de hierro y vidrio repartido: uno es para ver televisión o leer, el otro, un espacio más formal organizado en torno al hogar hecho especialmente en piedra París (Martineau), una reproducción del que se encuentra en la maison parisina de Ralph Lauren, en el Boulevard Saint-Germain.
El entusiasmo de los dueños fue un incentivo para profesionales experimentados. Por ejemplo, el cielo raso de yeso artesonado en boiserie patinada del comedor se ahumó para añejarlo.
Para el planteo de la casa, Estudio DU salió de la lógica convencional y se concentró en investigar y respetar las proporciones originales de las villas toscanas.
Los pisos (Pimar) son de vigas de pino tea que se ven más rústicas porque se cortaron al medio de manera longitudinal y se dejaron las caras más curtidas hacia arriba. Las puertas y ventanas fueron hechas a medida (Ceferino) y teñidas en obra. Aunque parecen vintage, tienen termopaneles y vidirios DVH. Las cortinas de terciopelo tienen un proceso de lavado a la piedra que les dan aspecto antiguo (Virasoro Jeans).
Cocina inspirada en La Provence
Un cerramiento de vidrio repartido divide la cocina del comedor diario. El diseño de este ambiente, práctico y espacioso, fue inspirado en la región francesa de La Provence.
Muebles blancos con puertas de madera replanada (De Otro Tiempo). Mesadas de mármol Arabescato (Ragolia) y bacha suspendida. Alzadas con revestimientos ‘Subway’.
Paisajismo: una fiesta para los sentidos
Un volumen separado de la casa contiene el quincho con parrilla. En el interior, un living informal y, en la planta alta, el cuarto de huéspedes y un salón de usos múltiples. Sobre las fachadas estucadas se recrearon, a mano, huellas de desgaste o viejas marcas de agua.
La fachada del quincho es de piedra Cascarón de Córdoba. Además de la parra que trepa por la pérgola, aquí se cultivaron especies nativas, y salvias y lavandas por sus tonos de azul.
Planta alta: privacidad y vistas únicas
En la planta alta, los dormitorios tienen balcón o terraza y un sector de reunión o estudio para priorizar la privacidad de los integrantes de la familia.
En la suite principal, cada miembro de la pareja cuenta con su propio vestidor. El de él, con muebles de madera lustrada, tiene un estilo sobrio y masculino.
“La mejor decisión que tomamos fue no apurarnos y buscar lo que nos parecía perfecto para cada espacio. Creemos que es por eso que estamos tan felices con el resultado”, dice la dueña de casa
Impronta personal
Con buen ojo y sentido práctico, una de las hijas diseñó este escritorio que queda completamente disimulado al cerrar las puertas. Éstas y los postigos del placard fueron realizados con maderas de demolición (Amighini).
Jardín de ensueño
La casa está ubicada en el lote que da al golf. El desnivel natural se aprovechó para proyectar un jardín aterrazado con expansiones despejadas, enmarcado por líneas de buxus y contenido por muros en piedra Cascarón de Córdoba. Los escalones, con vegetación y alzada de piedra, le dan un aire actual al paso que se funden en un abrazo extenso.
Desde el living y las galerías laterales se accede al jardín. Los faroles son piezas únicas realizadas en base a modelos que investigó el Arq. Alberto Artemio Rossi. La pileta con bloques de piedra cortados a medida (Martineau), revestida con estuco en tonos verdes a semejanza de un estanque.
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