Delfina Rossi proyectó una casa funcional y abierta a la naturaleza para transitar los primeros años de crecimiento de sus hijos.
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“Esto es como un club: después del colegio, se llena de chicos”, cuenta sin drama Delfina Rossi, y confirma que el objetivo que se propuso junto con Nicolás, su marido, está cumplido. Atraídos por un barrio de lotes generosos y añosa arboleda, le confiaron al Estudio DU el proyecto de una casa en una sola planta, con recorridos claros, distribución clásica y comunicación fluida entre interior y exterior para pasar los primeros años de Silvestre (8), Cruz (6) y Justina (2). Con este planteo, la animada vida cotidiana transcurre fundamentalmente en los ambientes sociales, conectados al patio de acceso, la galería y el jardín.
Al lado, se levanta un volumen independiente que funciona como espacio de trabajo de Nicolás y se hilvana al principal con una ampelopsis que conquista la fachada con verde tierno en primavera hasta el borravino en otoño.
"Como el frente recibe sol buena parte del día, el patio de entrada es más que un lugar de paso: es un espacio de juego alternativo para los chicos, bueno para hacer crecer plantas y lindo para sentarse"
Delfina Rossi, paisajista y diseñadora de interiores
Fluidez desde la entrada
Querían darle un giro actual al estilo campo que tanto les gusta y lo lograron con pisos de Travertino de poro abierto, revestimiento cementicio en las paredes y los techos de machimbre pintado de blanco.
En el comedor se destacan una composición de espejos envejecidos (Hernán Quiroga) y una araña impactante de hierro con caireles de madera traída de Francia.
El living, con sillones enfrentados (Tapicería Dimao), se organizó en torno al hogar con tratamiento de óxido en el frente (Herrería Lalanda). Sobre él, obra de Nacho Valdés. En el estante superior de la izquierda, cuadro de Juan Lecuona; al lado de la puerta, pintura de Gimena Macri.
Cocina y galería integradas
En el uso diario, la cocina se prolonga hasta la galería donde la familia almuerza todos los días y los chicos se instalan a la vuelta del colegio.
La galería mantiene las señas de identidad de otros ambientes: pisos de damero y techos de madera pintados de blanco.
“Le dimos mucha amplitud a la galería porque queríamos que fuera protagonista, como en las casas de campo. A los costados plantamos Olea fragans, que aportan un perfume único”
La cenefa ‘Flor de Lis’ vista en la entrada también le da su terminación clásica y evocadora al techo de chapa de la galería, que tiene sectores confortables y bien definidos
Clásico y práctico: nunca falla
Franjas de vinilo en el cielo raso y una pared con abejitas prolijamente aplicadas: recursos originales y fáciles que sumaron encanto al cuarto de Justina.
Los chicos comparten el baño que tiene piso de mosaico calcáreo beige con tocetos gris topo y muebles replanados con mesada de mármol.
Con tantos lugares al aire libre para jugar, los dormitorios se pensaron mayormente para el descanso.
A un paso del verde
En el dormitorio principal, la unión de tonos tierra en distintas intensidades combinan a la perfección con el lima del sillón con apoyapiés.
La salida directa al jardín es una de las situaciones que más le gustan a Delfina de su cuarto, donde también encuentra privacidad para trabajar.
A su juego...
Experta en la materia, Delfina diseñó un jardín con huerta, variedad de frutales y topiaros globosos que sugieren recorridos. Formas, colores y experiencias para vivir en contacto diario con la naturaleza.
“Más allá de sectorizar, pensé en un paisajismo capaz de crear distintas sensaciones en cada espacio. Lo que yo llamo ‘una casa con anécdota’”.
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