Con su impronta, Pablo Chiappori generó ambientes modernos y climas tan personales como escenográficos.
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El barrio cerrado en Pilar estuvo bien durante varios años para Giada, su marido Hernán y sus dos hijos. Cuando los chicos crecieron empezaron las inquietudes, la necesidad de acercarse a la ciudad y el tímido deseo de habitar un espacio más moderno. San Isidro ofrecía la distancia ideal pero en el barrio que eligieron no encontraban propiedades del estilo que querían. Entonces dieron con una vivienda en un lote que termina en el río que parecía tener el potencial para dar el salto hacia el presente: Pablo Chiappori sería el encargado de conseguirlo.
“Yo lo defino como un mago”, arriesga Giada sobre el trabajo del arquitecto y decorador, cuya estética ya es marca registrada. Los ambientes escenográficos que creó, dan cuenta de una filosofía sobre los momentos y los espacios donde transcurren. Se sabe: sin oscuridad, no se puede apreciar la luz y hay un tiempo para cada cosa. Esta casa y sus rincones, son prueba de ello.
"La estructura ya había tenido varias intervenciones y pudimos mantener la distribución. No tiramos ninguna pared; más que quitar, lo que hicimos fue sumar. Poner revestimientos y muchas texturas. "
Giada Valsecchi, artista plástica y dueña de casa.
Climas y sensaciones
La zona del hogar tiene la inconfundible estética del arquitecto Pablo Chiappori. De aquí salen la música, los libros y el fuego, que marcan el pulso del living. Cajones especialmente diseñados para los vinilos hicieron que, después de muchos años, la pareja retomara el ritual de poner un disco.
"Teníamos charlas muy divertidas, porque él dice que es un oscurecedor y yo quería luz a toda costa"
Giada
Por su ubicación y la forma en que se integra, el living es el centro vital de la casa. “Desde acá el ojo recorre el jardín, el escritorio, el comedor, la cocina... Es todo armonía; no hay elementos disonantes”, dice Giada.
Punto focal
“Cada ambiente tiene su diva”, dice Giada sobre el vajillero que manda en el comedor. Amante de preparar mesas impecables, cuenta que gracias a este mueble la planificación es más sencilla y más rápida
A pesar de su tamaño y color, el mueble agranda visualmente el espacio gracias a la terminación laqueada, el espejo y la mesada de mármol, que reflejan la luz. El piso del comedor, que era de cemento alisado, se reemplazó por tablas de quebracho teñido.
"Éste es uno de los lugares que más disfrutamos en familia. La cáscara de la casa era linda, pero todo lo que es hoy, todo el encanto que tiene, se lo debemos a Pablo Chiappori"
Giada
En los detalles
Anulando una puerta que daba al exterior, se liberó todo un lateral para extender la mesada en una gran ‘L’. Los electrodomésticos en acero inoxidable son parte de una estética funcional y moderna.
Zona común
Con la mejor y más amplia vista del río, este rincón resultó ideal para la chaise longue de los 60 que estaba en la casa donde se crió Giada. Los dueños consultaron con Chiappori antes de reemplazar el cuero deteriorado. La respuesta fue rotunda: “Se queda, y con sus agujeros”.
"Desde chica amo tirarme ahí; me llena de felicidad tenerla conmigo"
Giada
“Como el escritorio es bastante público, generalmente lo uso cuando me quedo sola. A veces también me gusta sencillamente mirar a Hernán y a los chicos hacer sus cosas por la casa”.
Dimensiones generosas
La pared que esconde un sector de estantes y percheros acorta las amplias dimensiones del cuarto. Originalmente de yeso, se revistió en madera teñida, lo que la convirtió en un expresivo respaldo de cama
Además de unificar el estilo de los baños, se los integró al resto de los ambientes con el mismo lenguaje material: machimbre, cemento alisado, mármol de Carrara y carpinterías de hierro.
La obra llave en mano generó en la dueña una sensación contradictoria: “Me fascinaba y me inhibía al mismo tiempo. Tuve que apropiarme de la casa”.
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