Construida por el arquitecto Pablo Senmartín en una barranca y a pocos metros de un área natural protegida, Casa Solar se funde con el bosque en un gesto inconfundible de diseño sensible.
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Hacía tiempo que una idea rondaba por la cabeza de Laura y su familia: tener una nueva vida, una que estuviera más vinculada con la naturaleza, sin resignar la cercanía con la ciudad y evitando los barrios cerrados. La respuesta la encontraron en Síquiman, villa serrana a 40 kilómetros de la capital cordobesa. Después de llegar ahí y toparse con una construcción del arquitecto Pablo Senmartin sobre las márgenes del lago San Roque, supieron que esa barranca de nueve metros era el lugar perfecto para su futura casa. Con el mismo Estudio al frente del proyecto, empezaron a darle forma.
Arquitectura serrana
“Esta obra representa la búsqueda de una arquitectura propia de las sierras de Córdoba; una reflexión sobre nuestros paisajes y nuestra cultura constructiva, basada en materiales extractivos”, sostiene el arquitecto. La propuesta de Senmartín contempló revertir ese proceso “utilizando materiales simples, pero pensados de una manera innovadora, ensamblados, construidos en seco y planificados modularmente para reducir el impacto ambiental”.
El terreno, esa barranca del Dique San Roque que los enamoró en primer lugar, fue otro de los grandes desafíos. Decididos a no modificar la topología, que convierte la pendiente en un desagüe natural, la solución fue elevar la casa para que la lluvia pudiera pasar libremente por debajo en su camino al lago.
Aprovechando la profundidad del terreno, se decidió “hundir” la casa con la idea de disminuir el impacto visual y preservar el bosquecito. De los cuatro niveles que tiene, solo uno se ve desde la calle.
Interiores fundidos con el paisaje
El diseño buscó responder al máximo a la necesidad de sus dueños. Así se distribuyó en una planta superior destinada al área de descanso, con dos dormitorios, sus respectivos baños, y un estudio. Un área intermedia en el que se encuentra la entrada y los espacios sociales, y un subsuelo dedicado a piletas, sala técnica y gimnasio.
"Hace tiempo que queríamos vivir en Síquiman. Es una zona muy tranquila, con mucha naturaleza que buscamos respetar. No queríamos que la casa opacara el paisaje, sino que formara parte de él, algo que sin dudas se logró."
Laura, dueña de casa
Mantenerlo simple
La cocina, sencilla y totalmente integrada al espacio central, se resume en una barra central y una mesa de madera de pino hecha in situ, que funcionan como conjunto.
El interiorismo estuvo a cargo del Estudio, que eligió una paleta oscura, protagonizada por el marrón, negro y gris.
Techo móvil
La L que dibuja el gran ambiente central abraza un espacio vacío, que -como explica Pablo- “es un mirador, una terraza, una galería, un área de juegos, una expansión que permite la vinculación existencial con el entorno natural. Es una ausencia que introduce la vivencia del paisaje en la casa”.
En este “espacio vacío” está uno de los atractivos más grandes de la propuesta: el techo móvil, con una cubierta que cambia de posición según la temperatura. A partir de los 30 grados se cierra de forma automática y a menos de 20 grados se abre, dando paso a la energía solar.
El techo se abre también cuando llueve, para que el agua llene la pileta interior, conducida a través de una canaleta y la bajada pluvial. Como está climatizada, en invierno le brinda al interior humedad y vapor cálido, compensando el clima frío y seco de Córdoba en esa época del año.
"Buscamos una mayor sensibilidad arquitectónica y, desde nuestro oficio, disminuir la huella de carbono y el calentamiento global. También reducir el consumo y el gasto energético, y preservar el ambiente natural para que se vuelva a disfrutar de las cosas simples de todos los días."
Arq. Pablo Senmartín
Área de descanso
En el piso superior se instalaron los dormitorios con un estudio. Los baños se instalaron en una caja de madera revestida con placas de MDF de 25m enchapada de color gris humo.
Abrazado por el bosque serrano
Como les encanta estar al aire libre, Laura y su familia querían un patio. La condición fue mantener y poner en valor el bosque serrano. Hoy, este espacio protegido por la vegetación se usa para tomar sol y divertirse, y funciona como laguna de retardo cuando se dan grandes lluvias.
Diseño sustentable
Pablo es magíster en sustentabilidad por la Universidad de Barcelona. En línea con esto, la casa se basa en criterios de la certificación en sustentabilidad internacional LEED v4, que implica una mirada holística sobre la relación entre arquitectura, recursos disponibles y sus habitantes. Algunos de los puntos sostenibles más destacados desarrollados en Casa Solar son:
- Se la elevó para permitir el drenaje del agua de lluvia hacia el lago.
- Tiene una cubierta móvil que climatiza los ambientes principales y permite el paso del agua de lluvia para llenar la pileta que está debajo del deck.
- Las aguas grises que vienen de la calle son reutilizadas como aguas negras en baños y cocina. Después, un biodigestor las trata, transformándolas en agua de riego para el bosque.
- Se usaron materiales de bajo costo, simples y de producción local.
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