La creadora de espacios gastronómicos emblemáticos de Buenos Aires le imprimió su identidad al multiespacio que funciona, a la vez, como base laboral y vivienda cuando está en la ciudad.
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“Cuando entré, me di cuenta de que era el lugar que necesitaba, porque, aunque estuviera en pésimas condiciones, también estaba lleno de arte: cinco artistas lo usaban como atelier. Ahí mismo me propuse conseguirlo”, cuenta sobre la propiedad Eme Carranza, diseñadora al frente del estudio que lleva su nombre, especializado en la ambientación (alucinante) de bares y restaurantes, como Niño Gordo, Tora, El Preferido, Cochinchina y La Uat.
"Me gustan los lugares que ya tienen una personalidad; es interesante el encuentro de ese espíritu con la persona que llega para habitarlo. Acá empecé a armar todo muy a mi criterio, porque tenía que responderme qué soy y qué necesito."
Eme Carranza, diseñadora y dueña del espacio que ella mismo reacondicionó
Desde el balcón –y desde la escalera que sube al cuarto– tiene una vista completa de la propiedad: “Es una manera de recordar todos los días lo increíble que es este espacio que pude concretar”.
Mirar hacia adentro
Acostumbrada a crear espacios y experiencias para sus clientes, esta vez, junto con su equipo, tenía que pensar el concepto que quería para ella misma y para “la primera base sólida del Estudio en 8 años”. La propiedad tiene una pequeña casa adelante y un viejo galpón ferroviario al fondo, al que le vio potencial para transformarlo en su nueva vivienda y estudio. En la planta alta, que tiene acceso independiente desde el patio, armó un loft con cocina y living integrados, balcón y dormitorio.
“Soy expansiva, y para crear necesito un espacio amplio, sin muros, que se pueda transformar. Quería vivir en un lugar que no fuera una casa ‘normal’”, cuenta sobre este proyecto, lejos del deber ser y cerca de sus deseos.
“Antes de empezar, como ejercicio, dibujé la casa donde crecí. Hice la cocina gigante (aunque no lo fuera) porque pasábamos mucho tiempo ahí. Entonces ‘vi’ cómo tenía que ser esta: generosa, un espacio de reunión”
Función y trama
“Los baños suelen ser chicos en relación a sus funciones. Quise resetear ese concepto: este tiene un sector de sanitarios, otro de tocador y otro con bañadera y espacio de guardado. Puede haber tres personas sin molestarse”, explica sobre este baño en el que las tramas son protagonistas, decisión que tomó en todos los de la propiedad.
Como en la montaña
“Entro a mi cuarto y me transporto. Es un poco cabaña, otro poco observatorio del cielo. Ahí quise crear una sensación absolutamente diferente del resto”, cuenta. La relevancia de la madera logra darle a la habitación esa sensación de refugio que buscaba: eligió techo con revestimiento de machimbre de eucalipto.
El otro elemento clave de la habitación principal es el empapelado hecho a pedido (con ilustración de Micaela Zapata y ejecución de Berry Design), montado en paneles con la carpintería estructural a la vista.
También trabajar
Durante el desarrollo de este estudio-vivienda, su propia vida también cambió: “Hice un viaje, me enamoré y decidí instalarme en Lisboa. Pero el equipo disfruta al máximo el estudio y yo sé que, cuando estoy en Buenos Aires, ese es mi lugar. El galpón me cambió. ¡Me dan ganas de trasladarlo adonde vaya!”, dice. Además de un estudio de fotografía (que pronto sería el showroom de su línea de muebles), en la planta baja hay un estudio interdisciplinario. Al llegar estaba subdividido en tres, pero enseguida decidió demoler los muros y abrir. “Una de las cosas más lindas es que los proyectos pasan por varios equipos: por eso compartimos el espacio”, cuenta. En plan industrial, al reacondicionar la losa dejaron las columnas estructurales, las vigas y las bocas de ventilación a la vista.
Mesas realizadas por Flavio Maculán, de Pioppo Studio, en colaboración con Formica Argentina. Sillas (Archivos Activos). Lámparas de techo (Eme Carranza). Biblioteca (Eme Carranza por Romeo Sosa, en colaboración con Formica Argentina).
“Que oficina y hogar estuvieran a un paso era una necesidad, pero también pensé cómo hacer para que no se cruzaran todo el tiempo”, cuenta sobre el funcionamiento independiente de cada piso.
“Al lado de la sala principal hay un quiet room para aislarte, relajar en el piso, bajar la mente. Es necesario que los interiores permitan ese balance”.
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