Con más ambientes, nueva distribución, un quincho fantástico y la ampliación de la cocina, la casa de Gabriela Di Pietro se sigue transformando.
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Cuando entró por primera vez en la que hoy es su casa en Martínez, y a pesar de las marcas del paso implacable del tiempo, Gabriela Di Pietro sintió fascinación por hallazgos que le hablaban de un pasado glorioso: muebles de estilo, materiales que habían resistido con estoicismo el descuido, cajas repletas de guantes de seda impecables. La distribución no era la ideal y demandaría mucho trabajo rescatar lo mejor de la construcción, pero ella y su marido se embarcaron sin dudarlo.
Se mudaron cuando Bautista tenía un año y medio y, tres meses después, nació Lorenzo. Ya instalados y después de haber descubierto su pasión por la fotografía, Gabriela comenzó a compartir en redes datos de todo tipo: salidas, lugares para ir a comer, tiendas de ropa y deco, todo acompañado de una imagen tomada por ella. Hasta que se le ocurrió hacer lo mismo con las reformas que seguían renovando su casa. Desde entonces, las puertas se abrieron y no se cerraron más.
Además de la renovación de todas las instalaciones, la primera reforma trazó nuevos recorridos en planta baja, la actualización de la cocina y más ambientes en el primer piso.
Muebles actuales, textiles, paredes intervenidas, cambios de ubicación y nuevos espacios como el quincho forman parte de un proceso que queda expuesto ante miles de seguidores de la cuenta @everythingisdato. Sin marearse, Gabriela solo hace las modificaciones que necesita y preserva aquellos rasgos que la enamoraron desde el primer día.
Una forma de dar cariño
"La cocina integrada al comedor era innegociable. Soy hija de italianos, así que la comida es importante, simboliza una forma de dar cariño y tiene que llegar calentita a la mesa."
Gabriela Di Pietro, creadora de @everythingisdato
La estantería de incienso define el comedor diario. La mesa es un proyecto colaborativo: con un diseño visto en internet, Gabriela le encargó la base cromada a Tienda de Hierros, el acabado en bronce lo hizo Analcrom y la tapa de MDF laqueado, Carola Mauer. Sillas ‘Sol’ (El Camino Studio) tapizadas con pana ‘161′ (Casa Almacén). Lámparas colgantes (Compañía Nativa). Pinturas de Josefina Barba.
Primer living: un cine
“En lugar de pintar la pared de un color pleno o hacer un mural, me la jugué con esta intervención en degradé que tiene el valor de una obra de arte”.
Este ambiente que está destinado a ser cuarto de cine tiene un blackout que garantiza oscuridad total. La pared fue intervenida por De Antes en tonos de verde (Colorín) y pintada con distintos tipos de rodillo con pelos y esponja, para lograr el efecto esfumado.
Segundo living: sumar color
La puerta granero de pino tea divide el cuarto de la tele del living y deja entrar la luz desde la entrada. Hace poco, revistieron la pared con estucado veneciano gris (Revespro) e hicieron una estructura con placas de yeso que sobresale 15 cm de la pared, sostiene la tele y contiene la estufa eléctrica (Deco-Flame).
“Uso el color gris para moderar la presencia del verde y el naranja, que son mis colores favoritos y están en toda la casa. También para bajar el tono rojizo de la madera, que es otro elemento protagonista”
Prácticos y personales
Pintura ‘157′ gris oscuro (Quimtex) aplicada por Revespro. Cabecera de madera (Q Furniture). Almohadones pintados a mano (Jufish). El planisferio está pintado con café por Lupi Mazzucchelli.
Feliz con el estucado del living, Gabriela repitió la experiencia en la pared principal del dormitorio de Bautista.
En otra iniciativa conjunta, Gabriela encaró la ambientación del cuarto de Lorenzo con Floppy Dursi, de Villa Raimonda. Tiene mayor amplitud porque era el cuarto compartido, por lo que hay elementos comunes y guiños que lo distinguen con impronta propia, como los retratos de Gloria y Tino, la perra y el gato de la familia.
“Al ser un trabajo artesanal con espátula, el estucado deja vetas y relieves de formas únicas”.
Suite principal y estudio
Después de lograr un celebrado tono ‘verde cemento’ (color que se formó mezclando 60 por ciento de ‘J048′ y cuarenta de ‘K048′ de Plavicon), Gabriela completó la decoración del cuarto principal con los cantonier color oro.
El estudio, con vista al jardín, se agregó cuando modificaron la planta alta. Allí, la nota de color la da el rosa, que combina con el piso y con las aberturas de madera. Tiene escritorio de incienso con caballetes regulables comprado en una venta de garage. Cortinas americanas (Éxito). Silla ergonómica (Tienda Ceremonia).
Lugar de encuentro
“Entendimos que, en un jardín compacto al que le sumamos la pileta, la mejor opción era construir el quincho, un lugar de encuentro que vamos a usar por años”.
Al principio, pensaron construir el quincho pegado a la cocina. Sin embargo, el pasillo que los separa se convirtió en un espacio original.
“Cada uno de los cambios que se hacen están pensados en función de la vida que llevamos. La casa es una combinación entre la historia que ya tenía y la que escribimos nosotros, y eso se mantiene inalterable”.
La estructura del quincho está construida con columnas de hierros T recuperados de otras obras, paredes de vidrio laminado de 3+3 mm y techo de 4+4 mm con filtro UV. Las puertas se abren por completo hacia el jardín. Pisos de porcelanato ‘Burlington’ (Ilva). Para las plantas colgantes y trepadoras, el sector con helechos y cissus tiene alambres tensados con ganchos de piso a techo y varillas de hierro. Horno (Tromen).
La isla (Di Mario) tiene mesada de Neolith ‘Strata Argentum’ (De Stefano) y está revestida con listones de lapacho, igual que el frente de la parrilla (On Maderas Duras).
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