Una reunión de ambientes cómodos y funcionales, con soluciones inteligentes que también marcan la estética.
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Descontracturados, buenos anfitriones, amantes del aire libre, atentos al diseño. Con el perfil de los dueños bien presente, el estudio Mazzinghi-Sánchez Arquitectos trabajó junto a ellos para proyectar y construir esta casa en un barrio cerrado de Escobar. Una serie de decisiones estratégicas terminó de delinearla: los ambientes son altos –superan los 3 metros–, las ventanas casi siempre van de piso a techo y la madera es protagonista junto a la estructura de hormigón.
"En ambos frentes, la planta alta tiene un sistema de parasoles con control solar, lo que optimiza el consumo de energía, además de crear una fachada con carácter y originalidad."
Arq. Jorge Mazzinghi, socio de Mazzinghi-Sánchez Arquitectos
“Al conocerlos desde antes, uno se anima a proponerles ideas más jugadas”, cuenta Jorge Mazzinghi, socio del estudio, que había trabajado en la reforma del PH en Palermo Viejo el que vivía la familia antes de mudarse a las afueras.
De entrada, un espacio integrado
“La barra organiza la planta baja: al no haber un hall tradicional, este cuerpo recibe, insinúa el living pero no lo devela. Es un híbrido que nos gustó”.
“Sumarle 70, 80 centímetros de altura a los espacios de una casa así no la hace tanto más costosa en ladrillos. Impacta más en los vidrios, sí. Pero tener ambientes de 3,2 metros de alto cambia por completo una vivienda. Ayuda a la fluidez de los espacios, potencia las vistas de las copas de los árboles, hasta te deja mirar al cielo”, explica Mazzinghi sobre la decisión de ser generosos en las dimensiones.
Cocina y playroom
Todas las puertas interiores se fabricaron a medida, respetando las alturas de la casa, en madera de MDF con terminación de laca poliuretánica blanca. “Es una casa pintada, no tiene grandes revestimientos”, asegura el arquitecto. Los interiores son blancos y apenas suman algunos colores suaves o aquellos que reflejan el verde exterior y la madera.
“En la cocina jugamos con el contraste del blanco y la madera. Al ser del mismo material que el piso, la isla central parece elevarse, aparecer desde abajo”.
El sector de servicio está ubicado en un ala lateral de la planta baja, donde también se ubican la cocina y el family, lugares de uso diario. Al quedar junto la parrilla, este espacio común se usa también cuando parte de la familia está en el jardín.
Suite en planta alta
La planta alta quedó reservada para el sector privado: tiene cuatro habitaciones, todas en suite y con espacios de guardado propios. Los balcones corridos aseguran luz natural en todos los cuartos.
Contrafrente, quincho y galerías
"Pidieron que la parrilla y su mesa se pudieran usar sin importar el clima. La galería tiene un techo superior de policarbonato rígido para repararse de la lluvia, y en el interior un cielo raso de maderas de pino tratado para filtrar el sol y la temperatura en verano."
La pileta se emplazó cerca de la casa para para tener verde y agua a la vista desde el interior. Pusieron reja metálica por seguridad, con la idea de sacarla cuando los chicos crezcan.
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