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Casi sobre la línea de playa del balneario de Costa Esmeralda se eleva esta casa que cumple el sueño de una pareja: tener un refugio frente al mar que albergara a un clan tan unido como numeroso.
Conscientes de que siempre serían muchos, los propietarios le confiaron al arquitecto Hernán de los Heros un proyecto con premisas que trabajaron en conjunto: diseño contemporáneo, materiales que requirieran poco mantenimiento, amplitud en los ambientes interiores y rincones para contemplar el mar a resguardo del viento.
Así las cosas, sobre dos lotes que tenían una significativa diferencia de altura, se planteó una construcción en tres niveles: la parte más baja se destinó a los cuartos de invitados y de sus hijos, que vienen con sus propias familias. En el sector medio, la planta principal y, como remate, la suite principal con el inigualable espectáculo del horizonte.
Amplitud para mirar el mar
Hormigón, madera de guayubira, vidrio y hierro envuelven la casa que, además, forma parte de Experiencia Costa, un emprendimiento que facilita la tarea de alquilar tanto a dueños como a inquilinos. Días de playa, tardes de lluvia, asados, noches frías alrededor del fuego, hijos, nietos y amigos que van y vienen son parte de la vida aquí. Deseos que se concretan.
"Las casas responden a las necesidades de quienes las habitan. Si no, son solo esculturas. En este caso, nos concentramos en la funcionalidad y en la integración para que varias personas convivan y disfruten."
Arq. Hernán de los Heros
De un lado, el muro acompaña la recepción. Del otro, con la estructura de apoyo, sigue la línea del bar. Aberturas de PVC foliado con vidrios DVH laminados (Rehau) y cortinas roller (Roller de la Costa). Pisos símil porcelanato (Portobello).
Para sentarse a compartir o comer al paso
Las superficies de guayubira de piso a techo hacen más amable la contundente presencia del hormigón. Un juego de texturas que siempre es eficaz.
La construcción de la casa estuvo a cargo de la arquitecta Marisa Vichich, que supervisó cada detalle, como la cocina con muebles laqueados a medida. Las premisas para este ambiente de alto tránsito: que fuera blanca, con espacio para moverse cómodamente y una isla larga para los nietos y las comidas al paso.
Punto de reunión
Centro por excelencia de todos los encuentros, la galería se organizó con un gran living, parrilla, distintos espacios para comer y vista al bosque y al mar.
Suite: apartada y con gran vista
“Los dormitorios, solamente para dormir”, fue el planteo de la dueña de casa. Por eso pensó una ambientación clásica con revestimiento de madera, al igual que en los baños, este, con bañadera exenta.
Feliz encuentro
Los dueños de casa celebran haberse encontrado con un arquitecto que supo integrar los ambientes a la belleza del paisaje de Costa Esmeralda sin resignar la practicidad que tanto buscaban.
Aunque la diferencia de altura en el lote era de cuatro metros, pudimos plantear el basamento de piedra sin hacer demasiados movimientos en el terreno.
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