Después de cuatro años de búsqueda, encontraron un oasis urbano en un departamento del barrio de Belgrano, que además lleva la firma de un referente de su profesión.
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Para vivir más cerca del Centro, los arquitectos Ariel Glot (socio fundador de la desarrolladora GEKA) y Romina Barja (dedicada a reformas e interiorismo a través de Barja Studio) se lanzaron en busca de una nueva vivienda con espacio al aire libre para sus dos hijas. “Vimos fotos de un departamento con un jardín enorme y poco convencional, pero no lográbamos visitarlo: ninguna inmobiliaria respondía los mensajes”. Un día, paseaban con la mamá de Ariel por Belgrano, y ella se acordó de que tenía una amiga en el edificio. A los pocos días, conocieron personalmente a la dueña de casa y su futuro hogar. Y no solo comprobaron que era exactamente lo que buscaban, sino que también se llevaron la grata sorpresa de que el edificio era obra del arquitecto Julio Keselman, un referente en infraestructura, planeamiento y urbanismo de la Argentina.
Proyectar una planta abierta a un jardín en medio de la ciudad o dejar columnas exentas son detalles que vas a encontrar en la casa de un arquitecto que tuvo la voluntad de hacer algo distinto. Nosotros admiramos esas decisiones
Con los mismos códigos
Ariel y Romina ya habían reformado sus dos casas anteriores, pero esta les deparó un gran esfuerzo de logística. “Acordamos cada decisión pero, en un momento dado, para no crear confusión definimos que solo uno hablaría con los proveedores”, cuentan.
Para crear un límite sutil entre el living y el jardín, diseñaron un cerramiento modular corredizo que se pliega totalmente sobre un extremo.
“Hicimos todo lo contrario de lo que se recomienda: no bien entramos, dijimos: lo queremos, no se lo muestren a nadie más”, cuenta el arquitecto Ariel Glot. Siguió su impulso, y no se equivocó
En el interiorismo, respetamos la estética limpia que estaba dada y que va tan bien con nosotros, que no nos gusta abarrotarnos de cosas
La mayoría de los muebles y luminarias, nuevas o que trajeron de su casa anterior, son de emprendedores, que los dueños de casa pudieron conocer en persona. Un gesto que ronoce el talento y la calidad de los diseñadores locales.
Por oficio y por gusto
La escalera caracol y el volumen de madera que ordena la planta baja son prácticamente esculturas representativas de la época original del departamento.
No hay quien no se admire ante el “toilette-cápsula” que se mantiene casi intacto. Como parte de la reforma, lo revistieron en roble para modernizarlo y asociar a los materiales de la planta alta.
“Por lo general, los arquitectos proyectan pensando en satisfacer las necesidades de un público amplio y, en sus casas, hacen cosas que salen de lo común”, dice Ariel en referencia a detalles únicos que tiene el depto
Cocina renovada
Para una familia apasionada por cocinar, era fundamental tener buena circulación y mucho espacio de guardado ¿Qué hicieron para lograrlo? Para empezar, en una cara de la estructura central, sumaron puertas y estantes iluminados con led.
Para no sobrecargar los ambientes, colocaron estantes amurados en la pared y muebles suspendidos
Ariel quería una cocina negra. Romina, blanca. Con azulejos de 7,5x15cm en moderno tono de gris (Acuarela), la renovaron con originalidad.
Antes, la cocina tenía disposición en U, con mesadas en todas las paredes. Sobre una de ellas, y para despegarse del perímetro, abrieron un ventanal de piso a techo que da al patio interno
Por la senda verde
“Cuando viene gente, naturalmente se arman distintas situaciones y todo el espacio se usa. Cocinamos juntos, charlamos en el living, comemos en el comedor y seguimos en el jardín. Pasan las horas y nadie se quiere ir”.
Inspirado en los jardines del brasileño Roberto Burle Marx, el jardín se despliega sobre la ondulación natural de lo que eran las barrancas del Río de la Plata.
“Teniendo semejante espacio verde, en ningún momento te sentís en la ciudad”, dicen los dueños sobre vivir en esta construcción, que Keselman definía como “una casa dentro de un edificio”.
En el fondo, había una casilla casi destruida que restauraron y revistieron en chapa acanalada negra. También abrieron el lateral para instalar una puerta ventana con vista hacia el jardín y el departamento. Este es uno de los ambientes que más se usa. Se convirtió en playroom para las chicas y sus amigas, y también en zona de home office y estudio.
En el sector de la parrilla pusieron en valor lo existente. Mesada de mármol y alzada de azulejos de 15x15cm. Piso de laja San Luis. Mesa de quebracho (Notalo). Sillas ‘Bertoia’ (Mercado Libre).
El plano con las reformas
- Con el paisajista Ignacio Montes de Oca se ocuparon del jardín, destacando su recorrido desde el patio.
- Revistieron con roble el volumen central de la planta baja.
- Cambiaron la distribución de la cocina.
- Abrieron un ventanal hacia el patio interno.
- En la planta alta, generaron el escritorio y llevaron todos los dormitorios sobre el jardín
- Actualizaron los baños y el vestidor.
Dueño ilustre
La unidad perteneció a Julio Keselman, que fue presidente de la Sociedad Central de Arquitectos y autor de conocidas obras de urbanización, civiles y comerciales. Durante su gestión, la ciudad experimentó cambios profundos como la creación de Puerto Madero. También fue artífice del Marq (Museo de Arquitectura y Diseño), que hoy lleva su nombre.
Reciclar, reutilizar
En la planta alta, reubicaron los dormitorios para que dieran al jardín y usaron las maderas que antes dividían los ambientes para hacer las puertas de los nuevos placares.
Al salir de la escalera, el hall distribuye hacia el lavadero, el baño infantil y un escritorio abierto. Del otro lado, están los dormitorios de las chicas y el cuarto principal, en suite y con vestidor.
Donde antes había una habitación, hicieron un escritorio para las chicas, que se usa como lugar de juegos y de reunión
El dormitorio ganó metros al avanzar sobre un estudio que estaba al lado. Muebles y revestimientos diseñados por Romina y Ariel con maderas reutilizadas. Sobre la cama, obra de Dora Glot, abuela de Ariel. Velador basculante corto ‘Cavia’ (Imdi). Sillón individual encontrado en la calle y retapizado en lino de Compañía del Comercio. Las cómoda están hechas con maderas que formaban parte de la panelería.
Catalina y Martina, las hijas de la pareja, tienen cada una su cuarto. Vivaces y curiosas, disfrutaron el proceso como una aventura en familia, y relatan con precisión y total naturalidad a quien quiera oírlas cada modificación que hicieron en el depto.
Para hacer el baño en suite y el de las chicas, diseñaron muebles nuevos que hicieron con materiales reutilizados y pusieron foco en la iluminación. En el sector de la bañera, las luces led dan la sensación de que entra luz natural por una lucarna.
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