Reforma estructural y talento para combinar tramas, objetos y obras de arte: con la llegada de la diseñadora Flavia Mihanovich, un piso de principios de siglo se convirtió en el más actual de los hogares.
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“No estaba muy convencida de mudarme a Recoleta; al principio me costó”, confiesa Flavia “Mumi” Mihanovich, diseñadora y cabeza del equipo creativo en Jazmín Chebar. En plena pandemia, se enteró de que estaba embarazada, y ahí admitió que la mudanza que venían pateando no podía esperar más: hacía tiempo que el departamento de Palermo donde vivía con su marido y sus dos hijos les estaba quedaba chico. De modo que hubo que ponerle el pecho a la compraventa, sin más demoras.
"Hoy, casi todas las familias con hijos chicos prefieren irse a algún barrio en las afueras; las que se quedan buscan algo especial. Yo quería que el nuestro fuera un departamento con carácter, que tuviera una propuesta."
Flavia Mihanovich, diseñadora de indumentaria y dueña de casa
Si bien su idea no era cambiar de barrio, la búsqueda les había demostrado que, con el mismo presupuesto, en Recoleta se encontraban departamentos mejores que en su zona. “Supe de este por alguien que vivía en el edificio: era de un español que no podía venir y quería venderlo. Como yo estaba en reposo, vino a verlo solo mi marido, pero unas fotos alcanzaron para seguir avanzando”, nos cuenta. Lo que siguió fue un año de obra con las arquitectas Coni Siniavsky e Inés Arkenberg, en el que se permitieron reformular la planta como para que se transformara en la vivienda perfecta para una familia joven.
“Si bien yo decoré la casa, en el proyecto original de las arquitectas ya figuraba un gran sillón recorriendo el living. Un extremo da lugar a un living más clásico; el otro, a una butaca y una tele en una especie de estar”.
Caja de sorpresas
“El departamento tenía un comedor muy grande, un living chico y una cocina oscura y apartada. Coni Siniavsky e Inés Arkenberg propusieron tirar paredes y armar, en madera, un gran cubo central que contuviera la nueva cocina y un toilette”. En off white y con diseño ultra neto, el volumen tiene una doble puerta corrediza que abre la opción de integrar la cocina al ambiente social.
El diseño de la cocina es de líneas sencillas: muebles laqueados sin herrajes ni ornamento para que se destaque el mármol y se asocie al comedor con naturalidad.
Ocio y trabajo
“Siempre tuve la fantasía de una mesa de juego, como las que se veían antes. Igual yo no juego a las cartas, solo me la imaginaba como un lugar para trabajar desde casa”, comparte Flavia.
Dilema resuelto
“Lo que hoy es el escritorio planteó un dilema: era eso o un playroom. Mi marido trabaja en casa y necesita su espacio; nuestros hijos, en cambio, pueden jugar en cualquier parte, pensamos”, detalla sobre su decisión. No me cierra la idea de un lugar adonde, obligatoriamente, los chicos tengan que ir a jugar para que el resto esté impecable. Acá hay tres: prefiero asumir que tendré que cambiar algunas cosas”.
Los dormitorios infantiles se mantuvieron como estaban. La gran ventaja fue que, al ser ambientes grandes, no solo se pensaron para dormir, sino también para jugar.
La suite principal
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