Refugio perfecto para los soles de primavera y verano, las pérgolas ofrecen una sombra perfecta y llena de encanto. De las más clásicas en caña y hierro a las reversiones actuales, una selección de pérgolas para inspirarse.
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Nada más lindo que sentarse a la sombra de una pérgola a disfrutar del las tardes de primavera. Frescas y versátiles, su combinación perfecta entre la sombra de las plantas y los destellos de sol las convierten en el refugio perfecto para jardines y terrazas. De las clásicas glorietas a las varilladas en madera o de hierro, su vigencia sigue intacta.
Repasando algunas de las versiones encantadoras que visitamos, traemos una selección para inspirarnos y por qué no empezar a soñar con la propia.
La jaula
Las mejores soluciones aparecen cuando uno se anima a salirse de la estructura, o en el caso de Ingrid Hajnal, creadora de The Organization Wiz, meterse en una nueva.
Cuando Ingrid y su marido fueron a ver su casa por primera vez, sabían que ahí había mucho por hacer. Buscando la vuelta a la fachada fue que Estudio BHY, de los arquitectos Javier Bracamonte, Julia Hajnal (su hermana) y Gonzalo Yerba les propuso una gran estructura envolvente enrejada que además de cambiar radicalmente su aspecto generó un espacio único que permite disfrutar del afuera al resguardo de la sobra y las miradas.
"Esta estructura tiene una función estética, pero también la de generar un paisaje verde para el playroom y alojar la escalera exterior, que usan sobre todo los chicos. Se armó un circuito que funciona"
Arq. Javier Bracamonte, socio del estudio BHY Arquitectos
Pérgola híbrida
Lo mejor de los dos mundos se condensa en la galería que Lucas D’Adamo Baumann, Santiago J. Robin y Federico Segretin Sueyro, socios del estudio OON Architecture, diseñaron.
Ideal para disfrutar de los soles suaves en los días en que el clima invita, pero garantizándose también la sobra y el resguardo de la lluvia, la galería híbrida tiene un sector techado y otro cubierto con tirantes de madera que se adapta a toda situación.
“La pérgola de la galería esta hecha con kiri, una madera muy recomendable por ser liviana y resistente. Además, es imputrescible y ecológica, ya que el árbol crece rápido. Para protegerla y conservarla, lo mejor es el aceite de lino con trementina.”
Terraza en Palermo chico
Cuando una pareja de extranjeros se acercó a la diseñadora de interiores Alejandra Nusenovich para reformar su departamento en Palermo, sabía que la terraza ocuparía un lugar central.
El gran espacio exterior, en contraposición a los pocos metros cubiertos, tenía que aprovecharse al máximo y así se hizo. Aunque ya había una pérgola, la diseñadora propuso un cambio en la materialidad y el diseño que integrara de manera más orgánica con el living comedor.
“Mantuvimos la pérgola tal cual estaba pero, para renovarla y darle más carácter, la desmontamos, restauramos y pintamos de negro, al igual que las paredes y la parrilla”
Con mística toscana
Cuando Diego González Pondal y su socio, el arquitecto Fernando Malenchini, del estudio argentino Pondal-Malenchini, afrontaron la reforma de esta casa medieval en San Polo in Chianti sabían que la tarea no iba a ser sencilla. No se trataba de su primera obra en Italia, y se experiencia les decía que las limitaciones a la hora de intervenir la construcción serían muchas.
“Hubo que transformar respetando las rígidas leyes patrimoniales de la zona. Acá solo se puede agregar una ventana si se demuestra que antes la hubo, por ejemplo. Entonces, en una casa pensada hace 500 años para protegerte de los peores vientos, la mejor vista suele quedar tras una pared ciega. Y ¿qué le pasa al habitante del siglo XXI? ¡Quiere vista! Son cosas con las que hay que lidiar de la mejor manera”, dice Fernando Malenchini, en referencia a la pared sobre la que se apoya la pérgola.
"Pudimos poner la pérgola porque, al no ser una estructura fija, queda dentro de lo que se considera decorativo”
Toscana bonaerense
“Nos costaba imaginar una casa nueva, recién construida. Nos gustan los objetos auténticos, curtidos por los años, que cuentan historias”, dice la dueña de esta casa. Amante de la Toscana, los tantos viajes familiares a esa región de Italia que les fascina, le debe la inspiración.
Con esa idea clara, confiaron el diseño y proyecto de obra al arquitecto Alberto Artemio Rossi, fundador de Estudio DU. El arquitecto y paisajista Jorge Bayá Casal estuvo a cargo del paisajismo, que logró encarnar con creces el pedido de sus dueños.
En la parrilla, la clásica galería se reemplazó por una pérgola recubierta con una parra y especies nativas, salvias y lavandas por sus tonos de azul.
En clave urbana
Cuando un publicista le encargó al arquitecto Juan Pinilla la remodelación de su PH de 58m2 distribuidos en dos plantas, sabía que los exteriores tenían un potencial enorme para sumar espacio a los reducidos metros. Así fue que además optimizar al máximo los espacios como el balcón terraza que se cubrió con una pérgola y enredadera se avanzó sobre la terraza.
En el último piso de la propiedad se generó tres situaciones de uso: un hidromasaje protegido por vegetación perimetral, una parte abierta para tomar sol y un área cubierta.
Perfecta para tamizar el sol directo sin perder la sensación de aire libre, se diseñó una pérgola en hierro con la misma terminación oxidada del portón de calle del edificio.
Creadora de situaciones
“Desde el comienzo del proyecto, los dueños de casa decidieron que el jardín debía tener situaciones de sombra, lugares íntimos, frutales, zona de fuegos, huerta y un horno de barro”, cuenta la paisajista Eugenia Anaya, responsable del diseño del jardín de una joven pareja. La monumental casa proyectada por el estudio de arquitectura Giovanakis pedía un jardín a la atura y eso fue lo que se hizo.
“Aproveché dos eucaliptos alineados para colocar la pérgola de quebracho con una cubierta de cañas secas que genera sombra instantánea”
En la huerta
“A medida que crecés, tus raíces toman mucho más valor”, dice Ali, la dueña de esta sencilla casa en Pilar. Y esos largos veranos en el campo familiar de su infancia empezaron a pesar cada vez más. Después de pensarlo y buscarle la vuelta, se animó a pensar en un lugar a su medida. Eligió un terreno cerca de Pilar que ya conocía y diseñó, junto con su hijo Matías, un proyecto a su medida: sencillo, canchero y bien gauchito.
Amante de la huerta y la vida puertas afuera, en este sector alejado de la casa armó un espacio único para disfrutar de almuerzos y tardes al reparo de la parra.
Sencilla pero única en su calidez, la apuesta fue por una estructura básica de hierro completamente cubierta por una parra. Además de ofrecer una sombra fresca, la glorieta suma un encanto único al sector de huerta.
Inspiración playera
Cuando una joven pareja se acercó a la arquitecta Florencia Hermann, al frente de Estudio FH, buscando dar forma a su primera casa lo primero que le pidieron fue que el lugar los hiciera sentirse de vacaciones.
“Buscamos que tuviera sectores bien definidos, con diferentes ocasiones de uso e independencia entre sí, para que se pueda disfrutar de a muchos”, cuenta. Uno de los más inesperados, es el sector que se generó con una pérgola de madera en el balcón de la suite principal.
La pérgola cubre el patio, pero también funciona como parasol para el cuarto. Los postigos se pintaron de turquesa para darle un toque playero
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