Con un criterio de búsqueda claro y un equipo de profesionales de confianza, el punto de llegada fue este hogar de una planta y conexión con verde
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Después de meditarlo largamente, la diseñadora de interiores Agustina Llorente y Francisco, su marido, resolvieron emprender un cambio. Para empezar, dejar el centro porteño —donde siempre habían vivido— por las afueras de la ciudad, que solo disfrutaban los fines de semana durante visitas a amigos y familiares.
Sería la primera vez que se mudarían a una casa. En un comienzo intentaron comprar una, pero no daban con la propuesta que les terminara de cerrar. Entonces, apareció un terreno en el barrio La Comarca que, junto con una estrategia de inversión bien delineada, los impulsó a construir de cero.
Para llevar adelante el proyecto, recurrieron a Escalante Vela, estudio de arquitectura en el que Agustina había trabajado, y entre todos llegaron a la conclusión de que lo mejor, para arrancar, era una sola planta integrada, neutra y sin espacios residuales.
“Pensamos una casa que pudiéramos manejar, agradable para el día a día y en la que cada decisión de obra potenciara la apertura”, cuenta Llorente, que tiene su propia marca de interiorismo, Nicho. Y así fue: en 180m2, entre cubiertos y semicubiertos, este equipo consiguió materializar todos sus planes.
Ambiente principal
“Si bien moríamos por tener una chimenea, nos dimos cuenta de que iba a ‘comer’ mucho espacio. La salamandra cumplió el deseo y, además, redondea la integración entre la cocina y el living”.
"Buscábamos amplitud, pero no teníamos tantos metros. Entonces, la generamos con techos altos, ventanas generosas, iluminación empotrada y colores claros en pisos y paredes."
Agustina Llorente
Iban a hacer la cocina en madera. Pensándolo mejor, para que no fuera pesada visualmente, fueron por el blanco, con alacenas y bajomesada de madera laqueada con mesada de Silestone. Del lado de la cocina, la isla tiene espacio de guardado; mirando al comedor, un banco (Escalante Vela junto a Nicho) y frente revestido en fibrofácil para poder cambiar su color con unas manos de pintura.
Directo a la galería
A la galería, que ocupa el ancho de la construcción, se accede a través de las puertas ventana de la cocina y el living.
Sector de descanso
“Nos gusta comprar obras de arte y nos tomamos tiempo para elegir cada una. Hasta pensamos espacios en el baño para ubicar cuadros de pequeño formato”.
En el pasillo que lleva al cuarto, alfombra vintage (Breuer Moreno) y perchero con sombreros como deco.
En el baño principal, revestimiento de ducha y mesada con bacha integrada de mármol de Carrara. En los nichos, obras de Alicia Goñi, cuenco de madera (Vero B Home). Jabones (Casa de Lavandas).
La muelita, comprada en La Cumbre, fue mesa de noche de Agustina en todos sus departamentos anteriores. Cuadros de Clara Frers.
Jardín con fogón
Creado por Mercedes Llorente, el paisajismo incluye plantas que permanecen verdes todo el año. La mayoría da flores blancas, para estar a tono con la casa.
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