¿Cuáles son las ventajas de cada sistema? ¿Las bañaderas gastan más agua? ¿Son prácticos los modelos exentos? Les pedimos estas respuestas y algunos consejos a los profesionales.
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Proyectar o modificar un baño es una inversión importante que requiere decisiones bien pensadas y la elección entre bañadera o box es una de ellas. Para orientar a quienes planean una obra, consultamos a profesionales y buscamos algunas opciones inspiradoras.
Punto de vista
“En lo personal, considero que el box de ducha es más estético: se pueden igualar los revestimientos de la pared con los del solado, las mamparas de piso a techo quedan muy bien y no hay un objeto grande, como la bañadera, que interrumpa la vista”, dice la Arq. Sara Plazibat. Sin embargo, ese no es el único beneficio, la balanza de la arquitecta está bastante clara.
- Instalar el box es más rápido y económico porque lleva menos tiempo de trabajo y materiales que empotrar la bañera.
- Si surge algún problema con las instalaciones, la reparación es más sencilla y, a lo sumo, habrá que reemplazar algunos revestimientos. En cambio, si hay bañera es más complejo.
- En cuanto al gasto de agua, depende de cada persona: hay quienes en una ducha pueden consumir lo mismo que en un baño de inmersión.
- Si hay chicos, la bañadera es la opción más cómoda para bañarlos y que puedan jugar un rato en la bañadera o incluso combatir fiebres y otros malestares.
- En la gente mayor, en cambio, la bañadera se termina convirtiendo en una gran complicación por la dificultad que significa entrar y salir de ella, además del esfuerzo que implica recostarse o incorporarse para darse un baño de inmersión.
Con buenas vistas
La interiorista Sol Palou y su marido, el arquitecto Christian Boix Mansilla, al frente del estudio Grupo Pauta se dieron varios gustos en uno de sus proyectos recientes. Por ejemplo, el baño, que remata en un patio poblado de plantas y el ventanal corredizo que ofrece la posibilidad de ducharse casi al aire libre y en total privacidad.
Bien iluminados
Las luces cenitales y los nichos en el box crean un clima agradable, que además es coherente con la decoración cálida y elegante, pensada por la diseñadora de interiores Andrea Fornasari para el resto de una casa de fin de semana.
Con la misma estética
En su casa, Paula Muschietti, diseñadora de interiores y socia de Sabrina Aides en Estudio LODD, decidió darle la misma estética a los baños en suite de sus hijos y al de ella: alzadas con revestimientos ‘Subway’, mamparas, grifería y accesorios en color negro y muebles suspendidos. Una combinación moderna y a la vez atemporal.
Cada sistema tiene lo suyo y la casa de la diseñadora Paula Muschietti es un claro ejemplo. En el baño de sus hijos se inclinó por un box de ducha mientras que en el suyo a la ducha le sumó una gran bañadera con grifería de bronce, todo amalgamado por los azulejos “Subway”.
Industrial y vintage
“En una casa de grandes dimensiones, el baño tiene que ser uno de los mejores lugares para estar”, afirma el arquitecto Sebastián Sainz Ballesteros del Estudio Robirosa, que diseñó un ambiente con abundante luz natural, box y salida directa a un patio íntimo para Constanza Ruiz, creadora de la marca de carteras y ropa de cuero Viguá.
Señales de época
La Arq. Lola Fernández nota que, cada vez más, los receptáculos reemplazan a las bañaderas. Según su visión, otros elementos que no pueden faltar en un baño contemporáneo son la combinación de las vetas de la madera y el metal en el marco de espejos y tiradores; la grifería negra; y los revestimientos con placas de gran tamaño.
¿Pasarse de bañadera a box? “Sí, por supuesto. Es un trabajo que puede hacerse en una semana de obra y no tiene grandes complicaciones”, advierte la Arq. Agustina Servide de Estudio Florida.
Detalles de obra
“Nos encanta el box porque es práctico pero, por supuesto, cada cliente decide. Hace poco, tuvimos una clienta de ascendencia japonesa, fanática de los baños de inmersión, que estaba viviendo en un lugar sin bañera y la extrañaba un montón”, relata Agustina Servide, socia de Sofía Calvaresi en el Estudio Florida.
- Si existiera la posibilidad de tener más de un baño, lo ideal es que uno de ellos tuviera bañadera, sobre todo si se trata de un proyecto para una familia en crecimiento.
- Un punto clave es que la carpeta del piso esté bien hecha para evitar filtraciones. Por eso, es fundamental contar con buen experto en sanitarios y monitorear las etapas del trabajo.
- En cuanto al diseño, nos gustan los desagües lineales, que requiere un trabajo específico.
- Todas las ventajas que tiene un box de ducha se convierten en un dolor de cabeza si la mampara no está bien sellada y se filtra. Sugerimos usar vidrios de seguridad para evitar rajaduras y estructura con perfilería de acero inoxidable.
Más que un objeto
“Las bañaderas exentas están relacionadas con el relax, el disfrute, la contemplación, el encuentro de a dos y el tiempo que cada persona destina a dedicarse a sí misma”, enumera la Arq. Gabriela Barrionuevo, directora de Barrionuevo Arquitectas . Su palabra autorizada se potencia con su experiencia porque revela que en su casa, ella tiene una que usa todas las noches.
Por eso, Barrionuevo afirma que la bañadera exenta es un lugar con entidad propia que también puede instalarse fuera del baño. Como ejemplo, cita un proyecto en el que está trabajando, donde la instalaron dentro del vestidor y cerca de una ventana para aumentar deleite con las vistas. “Lo ideal es que se complementen con un receptáculo de ducha que permite el baño diario y rápido”, agrega Barrionuevo.
“Las bañaderas exentas me encantan por su diseño y formas orgánicas, que elevan un las características del baño o del lugar donde estén”
Transición
Siguiendo la idea de que la bañadera le da sentido a los espacios, la Arq. Sara Plazibat ubicó una en un sector que queda a la vista desde el living de un departamento.
Parte del paisaje
En Uruguay, el Arq. Víctor Della Vecchia construyó una casa con el sistema steel frame y en módulos transportables. Eso no fue un impedimento para diseñar espacios de confort como este baño en suite que cuenta con una bañadera en isla conectada a una terraza y con vistas a un lago.
Líneas curvas
En la construcción original de este baño en suite, ya estaban las paredes curvas y la ventana. La Arq. Silvia Soqueff sumó el tabique de hormigón. Las líneas del sector de ducha y la bañera en isla craen un juego de cóncavos y convexos.
Centrado en los materiales
Cuando la arquitecta Estefanía Di Carlo decidió hacer la reforma de la casa a la que se había mudado hace unos meses, tenía en claro que el foco iba que estar puesto en la materialidad y el confort. Con esos principios como base dio forma a este baño con vanitory y bañadera revestida en mármol ‘Arabescato’ pulido combinado con roble natural teñido.
Cielo Abierto
En la terraza de su loft en un edificio histórico del barrio de Barracas, la Arquitecta Andrea Camacho e ingeniero Gregorio López, dueños de casa y creadores de Binomio Arquitectura & Diseño, diseñaron una suite con todo el combo completo: dormitorio, office y esta bañadera a cielo abierto.
Sin embargo, así como imaginaron este espacio personal en su suite, en el otro baño se inclinaron por una ducha con mampara y revestimientos Subway y una lucarna que les permitió tener una entrada de luz natural.
Baño compartimentado: ¿sí o no?
Cuando el arquitecto y desarrollador Gerardo Azcuy encontró el chalet de 1980 en el que hoy vive, lo notó oscuro, compartimentado y abandonado. “Lo barrí por completo. Paredes, instalaciones, revoques y contrapisos; quedó la estructura”, segura. Con la hoja casi en blanco y la ayuda de su socia, Sol Juárez, aprovechó para plasmar allí las influencias de sus viajes. Una de ellas fue la del baño compartimentado al que dio forma en su suite.
“Puede que al dividir el baño se pierda un poco de superficie, pero es práctico. Podés quedarte un buen rato en el agua y dejar libre el sector de la bacha para otra persona”.
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