Con ingenio y estilo, Adrián Presta logró una planta de 46m2 con espacios verdes integrados y llenos de luz
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Desde muy chicos supieron que el diseño regiría su futuro profesional. Y así fue. Matías, el dueño de casa, se graduó en la UBA de diseñador gráfico, y desde hace diez años crea las experiencias de usuarios de empresas fintech. Adrián se recibió de arquitecto a los 25 en la misma universidad y, tras un breve paso por el mundo de la publicidad, fundó Studio Valto junto con su colega Francisco Toledo. Por eso, cuando Matías compró este piso de 46m2, no dudó en convocar a su mellizo para que se ocupara de la remodelación, tarea que, a pesar de la pandemia, solo le tomó tres meses.
"Como es un depto chico, demolimos lo que sobraba para aprovechar el espacio de las paredes. Fue un proyecto muy importante para mí por lo que representaba para mi hermano: tener su primer hogar hecho a su gusto."
Arq, Adrián Presta, fundador y socio de Studio Valto
La protagonista del living es la gran biblioteca de chapa plegada y pintada al horno sobre una consola de melamina Negra.
“Mi estilo es contemporáneo, de líneas simples y despojadas con predominio de texturas nobles”, asegura Adrián, sólidamente establecido tanto en la arquitectura residencial como en el interiorismo.
Excelente convivencia entre living y cocina
"Por lo general me siento a trabajar en la barra porque me gusta la luz que entra desde los dos patios."
Matías Presta, dueño de casa
La cocina abierta tiene una barra con frente de melamina ‘Gris Macadán’ (Egger) y tapa de Silestone iluminada con luz directa de lámparas colgantes en bronce, que crean un efecto escenográfico.
Paso colorido y baño camuflado
Los arquitectos eligieron un mismo piso (Patagonia Flooring), de tono neutro para potenciar la luminosidad, como también lo hace el espejo detrás del sofá. El baño está dentro del volumen revestido en melamina ‘Roble Natural’ de Egger (Studio Valto).
Un dormitorio con vista verde y vestidor
“Cuando decidí remodelar este piso no dudé ni un segundo en convocar a mi hermano. Entendió desde el principio lo que quería y su proyecto superó completamente mis expectativas”.
Apoyados en la mesa de luz -que forma parte de la cabecera (Studio Valto)-, dos dibujos de Matías representan los skylines de Estocolmo y Mittenwald, un pequeño pueblo bávaro donde vivió algún tiempo.