Juan Miceli se dedicó más de 30 años al periodismo, hasta que sintió un llamado diferente y se animó a escucharlo.
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“Me identifico con los senderos. A todos los jardines que diseño les pongo uno”, dirá Juan Miceli, periodista que en un momento de su vida dio un volantazo para dedicarse a lo que más lo apasionaba. Paciente, como todo buen jardinero, fue encontrando su espacio y gente que lo sigue por lo que hace y transmite, muchos de los cuales pasaron a ser sus clientes. Como esas historias cíclicas, hoy el periodismo le llega por donde más lo conmueve: la naturaleza.
La tercera temporada de “Jardines para Disfrutar”, por canal MásChic, es una invitación a descubrir cómo diseñan sus espacios verdes otras personas pero, también, a entender las dificultades con las que se encuentran y cómo las resuelven. Las formas de resaltar espacios, superar factores de la topografía, encontrarle la vuelta al clima. En esta temporada, se lucen los jardines marítimos además de los salteños, entre otros. Vale la pena encontrarlo. “Yo estoy feliz, porque fusiono mi trabajo como periodista con el paisajismo y la jardinería”, reafirma Miceli, y así se inicia la charla.
-¿Cómo nace tu amor por la naturaleza?
-Yo nací en Necochea y siempre fui allá a hacer vida de campo. La siembra, la cosecha, las vacas, las ovejas. Siempre tuve contacto con ese mundo. Además, soy Técnico Agropecuario y cuando estudié aprendí mucho de botánica, que es lo que más me gusta. Después estudié en Pampa Infinita Diseño de Jardines y Jardinería en la Tecnicatura de Jardinería de Escobar.
-¿El periodismo fue el impasse en tu vida?
-Fueron 30 años de periodista. No trabajé del campo, pero tenía un programa en el campo agropecuario en Radio La Red, los sábados a la mañana. Mi conocimiento agropecuario fue más para los medios que para trabajar.
-¿Trabajás como paisajista?
-Sí, desde que me recibí en Pampa… Pero también fue medio inevitable que un día empezara a publicar cosas en las redes y así, de alguna manera volví al periodismo, bien segmentado en esta temática. Este año estoy en Radio Mitre, martes y jueves a la tarde, haciendo columnas de plantas y jardines.
-¿Qué es lo que más te gusta hacer?
-El diseño. Por eso empecé en Pampa a trabajar con las formas, las artes. La jardinería me gusta mucho en casa. La ejecución me gusta y también estar en el lugar, pero no tanto como el diseño.
-¿Sentís que tenés un estilo?
-No, porque terminé hace 7 años, no tengo una trayectoria de 20 años. Pero en todos los jardines que diseñé hay un recorrido, un caminito, una callecita interna. Si el espacio es grande, también me gustan las praderas o praderitas. Como algo más orgánico.
-Hay muchos que caen en la jardinería en una segunda vuelta...
-Sí, la mayoría. Hay un momento, por edad o por recorrido profesional, en que tenés un replanteo, un interrogante de “qué estoy haciendo”. La búsqueda de un cambio.
-¿Cuándo empezaste esa búsqueda?
-Yo ya pensaba buscar un plan B, porque sentía que los temas periodísticos eran siempre los mismos: el dólar, el fondo monetario. 30 años hablando de lo mismo y me harté. Primero empecé a estudiar jardinería, y Mariela Schaer me recomendó que estudie en Pampa, para irme más para el lado del diseño.
-Cuando vas a ver otros jardines, ¿qué es lo que te conmueve o seduce?
-Siempre pregunto por la idea. Cuál fue el criterio o el momento de inspiración que tuvieron para pensar en el jardín. Qué les pasó. Porque después poner plantas, por ahí todo el mundo piensa que es lo más difícil, pero en realidad si conocés las plantas, hay tantas que encontrás una para cada lugar. En realidad, la clave está en hacer del lugar un lugar funcional, atractivo, es lo que buscamos los paisajistas. Pero siempre hago hincapié en el diseño y la inspiración, si es que la hubo, porque a lo mejor fue un jardín que se fue haciendo con el tiempo.
-¿Cómo es pasar de estar en un estudio a un trabajo en la naturaleza?
-Me encanta. Lo que tenía antes era cómodo. Estaba en un lugar fijo, cobrando un sueldo seguro.
-Fue una apuesta.
-Sí, claro. Ahora el trabajo llega cuando llega, y bienvenido, pero es distinto a estar en dependencia económica. Pero hoy prefiero esto. Aunque sea una interrogante qué voy a hacer el mes que viene.
-¿Jardines que te gustaron del programa?
-Los de Martina (Barzi) y Josefina (Casares) me encantan, porque habla mucho de ellas. Son tan geniales y tan distintas. Son la solución de la convivencia ideal. Se complementan y suman las dos. Después muy lindo un jardín de Ernestina Anchorena, en Capilla del Señor. El de Clara Billoch, el de rosas de Mary Santarelli, el de Damián Ayarza y Gracie Ullmann y el de Soledad Vigil, un campo de soja que transformaron en un jardín y un parque con biodiversidad.
-¿Qué pensás de las modas y cómo afectan el diseño?
-Creo que la dificultad está más en el vivero. Cuando vas al vivero y solo hay las mismas diez especies que en todos lados. Ahora hay más nativas, que es lo que te ayuda para armar algo diferente. Pero hay plantas que uno quisiera incluir en un jardín y no las conseguís.
-¿Y te gusta viajar y conocer jardines?
-Estuve en Inglaterra, Gales, Escocia, Brasil. Me gustaría viajar más. Me atrae la historia que hay detrás de cada jardín, más como investigación. De hecho, lo que hago en Radio Mitre es más eso: la planta como excusa para hablar de hechos de historia. El jardín es mucho más que las plantas y es lo más lindo para descubrir. Ahí soy más periodista que jardinero.
-¿Qué te dio la naturaleza en tu vida?
-¡Tanto! Días con mis tíos, mis primos, mis viejos. Ir a la cosecha era estar con toda la familia, compartiendo el trabajo y la vida. Ahora de grande, estar en contacto con las plantas me da muchas satisfacciones, a veces más que las personas.
-¿Y qué le dirías a la gente para que se anime?
-Que no hay que tener miedo. Lo importante es convivir con la naturaleza. Hay que desmitificar y animarse. No es tan complicado. Para mí, en este sentido, lo que hace la revista Jardín es muy importante. La consulto permanentemente: es una enciclopedia de plantas y paisajismo.
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