Su vocación artística y su atracción por la etnobotánica confluyeron en el diseño de paisajes, disciplina que hoy lo posiciona como referente entre las nuevas generaciones.
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Es artista y paisajista. Esta última, más que una elección, fue una circunstancia para Valentín Asprella Lozano, uno de los argentinos que integran la nueva generación de diseñadores de paisaje, disciplina que fue el punto de encuentro entre su vocación artística y su atracción por la etnobotánica.
Fundador y director de Flux Estudio, dice que las cosas que lo inspiran son los baldíos, los vacíos legales, contemplar la atmósfera que crean los niños jugando. También: “Una persona expresándose genuinamente, las historias de rotisería, los memes, el arte en general, las nubes, los problemas, estar sumergido en agua, el magnetismo, los insectos, los hologramas. El discurso de las flores, ese lenguaje que por momentos intento detectar y traducir”, dice. En este ping-pong de preguntas y respuestas, contesta sobre los más diversos temas, pero sobre todo, sobre aquello que lo moviliza: las plantas, los jardines y el diseño.
-¿Tenés un sello personal?
-No. Sí intenciones que se sostienen, como la búsqueda de enlazar el aspecto romántico del paisaje con las necesidades de innovar en tecnologías ecológicas para mejorar la calidad del hábitat.
-¿Qué jardín te impresionó?
-El jardín del abuelo de mi vecino Pedro. En el fondo, al filo de la galería, comenzaba una huerta de punta a punta, ocupaba todo el ancho y toda la profundidad del terreno. Un vergel donde te sumergías entre plantas, no había profundidad de campo, no había cielo, era todo primerísimo primer plano.
-¿Hay una regla de oro en el diseño?
-Conectarse con el espacio en todas las dimensiones posibles, no imponerse.
-¿Hay algo prohibido?
-Lo prohibido es una conjetura, es importante respetar los marcos legales y también ponerlos en discusión en el ámbito adecuado.
-¿Algo que nunca falla?
-Un árbol que crezca rápido, como los sauces.
-¿El error más común en los jardines?
-Creer que incorporando macizos y restringiendo la superficie de césped se achica el espacio.
-¿Hay un estilo argentino?
-No, pero sí una importante cultura del plantar, un espíritu. Creo que estamos en un mundo donde los estilos empiezan a desvanecerse en la diversidad.
-Nativas, ¿sí o no?
-Idealmente, autóctonas.
-¿Qué se viene?
-Una estética basada en la configuración de lo agreste, el manejo de lo espontáneo, el desarrollo de tecnologías ecológicas de avanzada. Parques funcionales para el uso antrópico y generadores de recursos y remediación ambiental cuantificable, edificios que produzcan energía. Lo que hoy llamamos el baldío es donde considero que están los indicios del futuro del paisaje urbano, y también el de otras disciplinas.
-¿Una buena combinación?
-Juncos y rosas de río.
-¿El cliente ideal?
-El Estado, porque tiene las herramientas esenciales para trabajar en escalas en que el impacto de un buen proyecto sea significativo.
-¿Tu mejor trabajo?
-El que está en proceso.
-¿Tu forma predilecta?
-La curva vectorial, algo así como una versión rectificada de la curva libre y sensual que señaló Niemeyer. Una curva que necesita del caos de la evolución para ser curva.
-¿Acumulás o tirás?
-Me interesan la reutilización y la recirculación. Me gusta conservar cosas que tienen un destino prefijado, observarlas por un tiempo para darles una nueva función.
-¿Una frase de cabecera?
-La belleza siempre está disponible.
- Si te interesó su trabajo, podés seguir la cuenta de su estudio en Instagram: @flux_estudio