Miedo a volar, mareos durante viajes largos por tierra o por mar o ansiedad previa al viaje. Si las vacaciones te enfrentan a alguno de estos problemas, te contamos cuáles son tus plantas aliadas.
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El miedo a volar, también conocido como aerofobia, es una pesadilla para muchos viajeros, incapaces de sobreponerse a sus temores más profundos a la hora de tomar un avión, sobretodo en el momento del despegue.
Los síntomas de la aerofobia -sudoración excesiva, aumento de la frecuencia cardíaca o hiperventilación, entre otros- son comunes en la mayoría de las personas que la padecen.
Los largos en viajes en auto también pueden provocar malestares estomacales, mareos y ansiedad.
Existen diversos métodos para hacerle frente a estos problemas y disfrutar de las vacaciones de punta a punta, pero hoy te vamos a contar dos, caseros y naturales, que provienen de la huerta.
El jengibre
El jengibre ayuda a combatir los mareos causados por el miedo o por las turbulencias durante el vuelo.
En China y en la India se lo ultiliza desde hace miles de años con fines medicinales, además de gastronómicos: sobre todo para tratar resfríos, gripes y problemas respiratorios.
Cultivo. Se multiplica por división de matas o trozos de rizomas. Se cortan fragmentos de rizoma con un cuchillo bien afilado y se plantan en un suelo o un sustrato suelto.
Prospera en clima tropical húmedo. Requiere un suelo fértil, profundo y con buen drenaje. Se puede cultivar en un sector húmedo y protegido del frío en la huerta. Es muy ornamental.
Cosecha. La recolección de los rizomas tiene lugar de 6 a 12 meses después de la plantación. Cavar cuidadosamente y retirar algunos rizomas.
Valeriana
La valeriana alivia los espasmos gastrointestinales de origen nervioso, frecuentes en los viajes o en quienes tienen miedo a volar.
Además, combate la ansiedad leve, el estrés, el insomnio, reduce la taquicardia y la irritabilidad.
En la Edad Media, la llamaban “curalotodo” y era muy usada por sus efectos sobre el sistema nervioso.
En los preparados sedantes naturales se la combina con tilo, manzanilla y pasiflora, que potencian el efecto y disimulan su olor.
El nombre valeriana deriva del latín valere, “tener buena salud”
Su aceite esencial contiene valeranona, alcaloides y taninos. Tiene principios inductores del sueño y sedantes y combate el estrés
Cultivo. Por semillas en primavera o por división de matas en otoño.
Necesita pleno sol o media sombra y suelos profundos y ricos. Si se cultiva en zonas secas, requiere riegos frecuentes.
Cosecha. Se descalzan los trozos de raíz, se dejan secar y luego se usan para preparar infusiones.
Especialista consultada: Gabriela Escrivá.