- 2 minutos de lectura'
La paisajista y dueña de casa comenzó su colección de cactus y suculentas hace un par de años, después de descubrir las bondades de este tipo de plantas. Hoy, su refugio en la costa atlántica tiene una terraza exclusiva para ellas, donde se agrupan siguiendo un diseño paisajístico personal, pensado para que todo se vea más lindo y respete los requerimientos de agua y sol de estas plantas.
La idea surgió cuando las hijas de Marisa Kohen le regalaron un cactus para el balcón de su dormitorio. Luego ella compró uno, dos, tres más y empezó a recorrer distintos viveros de la zona y a consultar con especialistas para conocer los secretos del cultivo.
Con el tiempo y con paciencia, entusiasmo y trabajo, Marisa fue colmando todo el espacio disponible con una gran variedad dispuestas en macetas de distintos tamaños y alturas, agrupando las plantas por especies, tonalidades y formas.
Una vez al mes, como mínimo, las plantas reciben sus cuidados. El secreto es un buen sustrato y las fertilizaciones necesarias, además de que el lugar presenta un clima ideal para ellas: en verano reciben sol hasta el mediodía y a la noche la temperatura baja y refresca. Si no llueve, durante la época más cálida se las riega todas las semanas y en épocas frías, es suficiente una vez por mes.
El resultado: una increíble colección de cactus y suculentas que se convirtió en la protagonista de esta terraza veraniega rodeada de pinos y aires de mar.
Paisajismo: Marisa Kohen. IG @culturasuculenta
LA NACION