Cómo elaborar productos caseros para perfumar nuestro hogar con flores o hierbas del jardín.
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¿Por qué aromatizo mi hogar? “Cuando imaginamos nuestro jardín, los aromas nos invaden y los recuerdos nos acompañan. Los aromas de árboles, plantas y flores realzan el encanto de la naturaleza. Todo lo que percibimos es más agradable con el olor a tierra, hierbas y flores”, esto cuenta Sol Montes, Ingeniera Química y Técnica en perfumes, residente en Tandil. Propietaria de la firma Origo (que comercializa jabones, velas, piedras aromáticas y cosmética a base de productos naturales y aceites esenciales), explica que busca que “los productos perfumados que elaboro traigan mi jardín al interior”.
Sol intenta aprovechar cada estación, con sus colores y aromas. “Cuando cortamos una hierba de nuestra huerta, traemos a casa cada rayo de sol absorbido y cada transformación metabólica de la planta, que nos habla”, y agrega la importancia de disfrutar y reconocer el aroma de nuestro jardín, o de una migo, charlar y compartir. En suma, integrar el jardín a nuestra vida.
Le gusta aromatizar por capas. Las moléculas aromáticas están moviéndose por la casa, desde cada rincón, mezclándose. Para ello es necesario que tengamos una rutina de ventilación diaria, renovando y movilizando.
Aromatizador de Isabel
El romero es una hierba que se ha utilizado tradicionalmente como remedio: antiséptico, antibacteriano, estimulante de la memoria, antioxidante, conector emocional y otros. En el siglo XIV, la reina Isabel de Hungría, empleó su preparación por más de un año y atribuyó su cura al romero, por la cual Sol bautizó así a este aromatizador.
- 3 cucharadas de hojas de romero
- ½ taza de alcohol de cereal o vodka
- ½ taza de infusión de romero o agua
- 1 cucharadita de aceite de almendras o de oliva
- 3 gotitas de aceite esencial de romero (opcional)
Para preparar la infusión, hervir 1 taza de agua en una olla, luego apagar el fuego, agregar una cucharada de romero y dejar descansar unos minutos. Luego, a temperatura ambiente filtrar, con filtro de tela o papel, y reservar para mezclar con el resto del preparado.
Poner las hojas de romero en un tarro limpio, preferentemente de vidrio, verter el alcohol, la infusión y el aceite sobre ellas, agitamos. Tapar el tarro, y dejar en un lugar seco y oscuro durante 2 semanas. Colar el líquido y desechar los ingredientes sólidos.
Verter el aromatizador en un frasco con tapa spray y ¡usar en el hogar cuando se quiera!
Floreros aromáticos
Llenar los floreros del hogar con flores, ramas de eucaliptus, lavandas secas de su última floración, ramas de romero (u otras hierbas de nuestra huerta) y todo lo que podemos encontrar, es una forma de que la creatividad ponga los sentidos en acción. Así podemos aromatizar distintos ambientes, armando nuevas combinaciones.
Cuencos y fuegos aromáticos
Armar una mezcla seca de aromas aromas es más simple de lo que parece. Sol apunta: “Comienza con un paseo, respirando aire fresco o mientras hacés ejercicio en un parque. Ahí podés recoger agujas de pino secas y ramas de eucaliptus. Luego mezclar estos ingredientes aromáticos con cascaras secas de naranja y especias, todo en un tarro de vidrio o un lindo cuenco”. Agrega que es posible ubicar el cuenco cerca de una cocina o estufa, para que el calor ayude a liberar las fragancias, o bien “echar al fuego y observar cómo bailan las llamas”. Aquí, una receta posible, que puede guardarse en frasco de vidrio con tapa hermética, o incluso regalar.
- 3 tazas de agujas de pino secas
- 1 taza de hojas de eucaliptus
- ½ taza de cascaras secas de naranja
- ½ taza de ramas cortadas de canela
- 2 cucharadas de clavo de olor
Vapores aromáticos de Ebe
Esta receta le pertenece a la abuela de Sol, Ebe, que la hacía en otoño e invierno. “Aún tengo recuerdos impregnados en mi memoria llenos de amor y aromas”, recuerda ella, y agrega: “En invierno, las bajas temperaturas y la calefacción reducen la humedad y esto afecta la piel y el pelo, con estos vapores podemos ayudar a humedecer el aire”.
- 2 cucharadas de lavandas secas
- 4 cucharadas de hojas de eucaliptus
- 1 cucharada de romero
- 1 cucharada de jengibre rallado
Mezclar todos los ingredientes y poner en una tela (puede ser una bolsa de filtro, como las de leches vegetales). Luego poner una olla con bastante agua, a fuego muy suave, y sumergir la bolsa; también se pueden poner los ingredientes directamente dentro del agua. Eso sí: el agua no tiene que hervir, si es necesario, se puede agregar más.
Sol explica: “Los productos perfumados duran mucho tiempo si los elaboramos con alcoholes. Pero, cuando tienen agua, siempre debemos guardarlos en la heladera. Algunos aromas cambian con el tiempo, porque sus ingredientes siguen mezclándose u oxidándose”. Es por eso que recomienda hacer el tamaño de la receta, no duplicarla, a no ser que sea para regalar. Así será posible tener productos siempre frescos, y seguir creando con otros elementos naturales.
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