Todo el perfume de la primavera también se puede cultivar en macetas
No hace falta disponer de grandes espacios para cultivar una jardín perfumado, ya que muchas especies se pueden adaptar a crecer en macetas o contenedores.
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La primavera es un festín para el olfato. El aire se llena de fragancias que transforman el entorno. En esta época, muchas de las especies más perfumadas despiertan de su letargo invernal, ofreciendo una explosión de color y aromas que invita a disfrutar del aire libre.
Las flores, además de su indiscutible encanto para embellecen jardines, tienen la capacidad de crear ambientes mágico que estimula los sentidos. Desde el dulce aroma de las lilas hasta la frescura de las flores de naranja, cada rincón se puede convertir en un deleite aromático.
Beneficios de los aromas naturales
No hace falta disponer de grandes espacios para lograr una composición que sea una verdadera sinfonía de aromas, ya que muchas especies intensamente perfumadas no requieren necesariamente de grandes espacios y se pueden adaptar a crecer en macetas o contenedores.
Está científicamente comprobado que el aroma de las flores puede generar efectos positivos en la salud mental. Los aromas naturales contribuyen a reducir el estrés y activar áreas del cerebro relacionadas con el bienestar y el alivio de tensiones.
La primavera nos recuerda que la naturaleza tiene un lenguaje propio y, por medio de sus fragancias, nos invita a detenernos y disfrutar de su magia
“Las flores producen su perfume por medio de estructuras químicas llamadas “compuestos orgánicos volátiles” (COV). Estos compuestos son sintetizados por las células especializadas de la flor, como los pétalos, las glándulas o los estambres”, explica la paisajista Agustina Anguita (@gogoland).
“El perfume de las flores es una mezcla compleja de diferentes compuestos orgánicos volátiles, que varía entre especies y puede incluir alcoholes, ésteres, aldehídos, terpenos y fenoles”, agrega Agustina.
Tres fragancias para cultivar en macetas
- Jazmín chino (Jasminum polyanthum): este jazmín comienza a florecer a fines de agosto y a principios de septiembre ya inunda las calles con su perfume dulce.
En una maceta de 50x50cm aproximadamente puede desarrollarse bien, cubriendo una columna o un paño de enrejado, por ejemplo. Esta variedad de jazmín trepador perenne resulta ideal para personas ansiosas, ya que su crecimiento es muy vigoroso y rápido.
Su follaje es persistente y la floración es muy perfumada. Debe mantenerse con podas de raleo para evitar el desarrollo de gruesas capas de follaje superpuestas.
- Los cítricos (naranjos, limoneros o mandarinos) suelen florecer a finales del invierno y principios de primavera.
En macetas de 60x60cm se desarrollan ejemplares saludables que incluso llegan a fructificar. El aroma de sus azahares es inconfundible, muy penetrante y delicioso.
Es importante utilizar un sustrato de buena calidad, preferiblemente uno específico para cítricos o plantas frutales, que garantice un buen drenaje y retenga la humedad.
Para asegurar que el suelo no pierda los nutrientes, se recomienda al menos una vez al año agregar una capa de 1cm de compost.
Realizar podas para dar forma al árbol y eliminar ramas muertas o enfermas ayudará a mantener una buena circulación de aire y promover un crecimiento saludable. Además, se deben controlar posibles plagas como pulgones o cochinillas.
- La dama de noche o galán de noche (Cestrum nocturnum) tiene un perfume intenso que se huele por las noches desde el principio de la primavera hasta fines del otoño.
Una característica importante del Cestrum nocturnum es su capacidad para adaptarse a diversas condiciones de crecimiento. Prefiere suelos bien drenados y puede prosperar tanto a pleno sol como en sombra parcial. Si la vamos a cultivar en un patio, balcón o terraza, en una maceta de 50x50cm nos aseguramos su generosidad.
LA NACION
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