El “skin food” se trata de alimentar nuestra piel con los mismos ingredientes que alimentamos nuestro cuerpo. Además, la cosmética natural sigue criterios de agricultura ecológica, sin uso de plásticos ni testeo en animales.
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Así como los paradigmas de alimentación y hábitos de consumo cambiaron en pos de una forma de vida más saludable y respetuosa con el medio ambiente, también lo hizo el mundo de la belleza. Una piel saludable es, hoy en día, un proyecto a largo plazo, sin soluciones mágicas, y definitivamente sin químicos tóxicos que terminen en aguas residuales.
De este modo, los mismos activos que provienen de la naturaleza se disfrutan hoy en aceites, tratamientos y cremas naturales, orgánicos y veganos. Pero la cosmética ecológica no es solo marketing, se trata de productos que han sido elaborados siguiendo criterios de agricultura ecológica, sin pruebas en animales ni derivados del petróleo, y con envases reciclables. En el mercado encontramos cada vez más propuestas de cosmética natural, como las marcas María Magdalena, La Rosa Botánicos y Toro Blanco.
“María Magdalena nace de una experiencia personal”, relata Magdalena Ávalos, fundadora de la marca. “En 2014, durante un retiro de ayuno de 14 días, noté que mi piel estaba deshidratada debido al ayuno. Me puse crema en las piernas y, de manera inmediata, sentí el sabor de la crema en mi garganta. El ayuno me permitió tener la sensibilidad para percibir ese fenómeno”. Hoy, sus productos llevan nombres vinculados a los alimentos que forman parte de su composición. “Nos referimos a ellos como ´skinfood´, y nos encanta desdibujar la línea que separa la alimentación de la cosmética”, agrega. Más tarde se sumarían Maru y Colo al proyecto, que invita a nutrir la piel y conectar con el propio cuerpo. Toda la línea cuenta con la certificación natural, es decir, todas las materias primas se obtienen de plantas. Entre los elementos más destacados está la jojoba, extraída de semillas de la planta. “Argentina es uno de los principales productores, y nosotras usamos una cera de jojoba orgánica y biodinámica producida en La Rioja”. Se suman ingredientes como mate de Misiones, rosa mosqueta de El Bolsón, alga nori de la Patagonia, y también té verde, manzanilla, arroz, kale y cúrcuma, entre otros.
¿Producto estrella? Crema Kale, utilizada por mujeres y hombres de todas las edades, están enriquecida con kale y jojoba. Es antioxidante, nutritiva y se adapta a distintos tipos de piel.
Venta: https://tienda.maria-magdalena.com.ar/
La Rosa se define como “una comunidad de mujeres creando un nuevo mundo de cosmética natural y perfumería”, relata Magalí Costa, alma máter del proyecto. Su historia comienza luego de un viaje por el monte brasilero, Colombia y México, en 2014. Dos años después, y luego de formaciones en fito-medicina, cosmética natural y aromaterapia, nace esta marca argentina 100% basada en plantas, vegana, transparente y libre de crueldad. Desde entonces, los viajes por diversos continentes fueron una fuente de materias primas de calidad e identitarias de cada país, para dar vida a fórmulas certificadas. “Generamos nuestro propio circuito de proveedores de materia prima: recolectores de hierbas locales, destiladores de esenciales nacionales, europeos, asiáticos y africanos. Todos operan con certificación y prácticas respetuosas con el medio ambiente”, cuenta. Raíces, hojas, cortezas, flores y frutos se potencian en sus productos, en convivencia con principios activos bio-cosméticos de alta performance como vit-C, retinol, zinc y colágeno, todos de origen vegetal. La propuesta también recupera las tradiciones de los remedios caseros como diente de león y jarrilla, junto a aceites esenciales aromáticos puros de la India, Vietnam, Laos, Nepal, Hungría y España (madreselva, rosa, vetiver, sándalo, magnolia y otros). En suma, “un ritual contemporáneo con una mirada histórica resignificada, y el eje puesto en el cuidado hedónico del cuerpo”, concluye.
¿El producto estrella? Hidro-suelo facial AM. Con ácido hialurónico y antioxidante que promueve hidratación profunda y rejuvenece, reafirma e ilumina.
Venta: online a través de www.larosabotanicos.com, presencial en el Atelier (Ramallo 3299) y en varias tiendas del país.
Reducir el impacto negativo y elegir qué principios activos podemos poner en nuestra piel: todo esto es posible hoy. La clave está en consumir marcas responsables, con productos que respeten la naturaleza igual que nosotros.
“La tendencia global es volver a los orígenes de la tierra, con conciencia sobre nuestros cuerpos y hábitos. Volver a las plantas y los minerales como medio original, y alejarse de los plásticos y sintéticos que dejan un resto incontrolable para el futuro”, opina Martina Luc, creadora de Toro Blanco, marca que ofrece maquillajes naturales con fórmulas livianas, hidratantes y emolientes. Su propuesta incluye sérum para labios, correctores, iluminadores, sombres, labiales y bálsamos. Para su elaboración utilizan aceites y extractos vegetales extraídos en el país. “El aceite de jojoba riojano, las brumas elaborados con un blend extraído de plantaciones orgánicas certificadas”, relata, y agrega: “A veces es difícil encontrar buenos proveedores de todas las materias primas, pero vamos tendiendo redes con colegias y nuevos proveedores, y tratamos de sostener la industria nacional como forma de ser sustentables, a nivel social y por el kilómetro cero (sin uso de transporte)”. Su propuesta es reemplazar los químicos sintéticos para expresar lo natural e individual de cada persona. Así, la piel respira mientras el rostro se muestra como es, al natural.
¿Producto estrella? Jabón ceja + agua vergel. Este dúo incluye un jabón de glicerina vegetal que sirve como cera de cejas, y un blend que se activa con el agua vergel. El blend incluye 12 extractos vegetales hidroglicerinados (hammamelis, rosa, menta, cola de caballo, manzanilla, hipérico y otros).
Venta: www.toroblanconatural.com