3 cuidados imprescindibles para cuidarlas del exceso de calor, de las plagas de primavera y, sobre todo, regarlas en su justa medida.
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Con el calor, las necesidades de las suculentas van cambiando y nos preguntamos cuánto debemos regar, si tendrán demasiada exposición al sol y por qué las atacan las plagas. En esta nota te contamos lo más importante que tenes que tener en cuenta.
Cuidado con el sol fuerte
Las suculentas no cactáceas no soportan bien el exceso de calor y el sol fuerte del verano, ya que muchas entran en época de reposo. Algunos géneros necesitan directamente sombra, como Aeonium, Sedum, Sempervivum, Greenovia, Monanthes.
Si te vas de vacaciones, ubicá todas las plantas en lugares sin sol fuerte, y en lo posible colocá las que tengan las mismas necesidades de riego juntas.
Por ejemplo, las suculentas más comunes por un lado, luego agrupá las más raras o complicadas y los cactus por otro lado, para facilitar la tarea de la persona que queda a cargo.
Si te ausentás hasta 15 días, podrías dejar todo sin regar, habiendo hecho un riego muy profundo antes de irte y otro el día de tu llegada.
¿Cuánto las riego?
Desde octubre hasta abril hay que regar semanalmente, profundamente y observar que el agua salga por el drenaje rápidamente.
Si hay exceso de agua, se nota porque la planta tiene los tejidos acuosos, llenos de agua, con hojas blandas y de otro color (amarillento u oscuro). Si falta agua se ve arrugada, delgada y seca.
El error más común es regar de más: eso, sumado a un mal sustrato, resulta en la muerte del ejemplar.
Las suculentas más tolerantes a la falta de agua son Gasteria, Sansevieria, Haworthia, Lithops, Euphorbia, muchas Crassula, Cotyledon, Adromischus, Agave.
Si hace mucho calor, no es conveniente ”refrescar” las suculentas con manguera a modo de lluvia: esta práctica fomenta la aparición de hongos y la pudrición.
En épocas de calor, las suculentas necesitan riego semanal y profundo sin mojar las plantas.
Controlar insectos
Sacá las hojas secas que se van juntando en la parte de abajo de las suculentas: allí se esconden la cochinilla y otros insectos dañinos.
Las cochinillas son insectos pequeños y succionadores que se adhieren a la superficie de la planta y la debilitan.
Pueden ser de color marrón, amarillento, negro o rosado. Se los combate limpiando el ejemplar con alcohol fino o con los productos químicos adecuados (Dimetoato, Mercaptotion, aceite emulsionado, Acefato).
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