Mónica Bialy comenzó una colección de cactus y suculentas casi sin querer y creó un vivero en Mar del Plata. Las plantas ocupan su jardín y el techo de su antigua fábrica
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Mónica Bialy estudió en un colegio técnico agrario y enológico en Mendoza y cursó Biología en la Facultad, una vez instalada en Bariloche. “Mi espíritu inquieto me llevó a trabajar de muy joven en viveros, incluso tuve un pequeño emprendimiento de mantenimiento de balcones y jardines en Buenos Aires”, cuenta Mónica, repasando su historia con las plantas. Lo que nunca imaginó es que esa pasión se convertiría, ya de más grande, en el emprendimiento que llamó Succumom, o madre de las suculentas.
¿Cuándo comenzaste a coleccionar?
Desde hace tiempo vivo en Mar del Plata y con mi esposo nos dedicamos varios años a una empresa mayorista textil. Un día un amigo me sorprendió con un regalo: una caja llena de cactus. Reencontré una pasión adormecida, entraron nuevamente las plantas en mi vida. Primero ocupé la parrilla, de a poco fueron tomando el patio y tuve que cortar la mitad del jardín para crear mi propio vivero. Y cuando el espacio ya no fue suficiente, tuve que armar otro lugar: el techo de nuestra antigua fábrica.
¿Las multiplicás?
Empecé a experimentar con la siembra de cactus, aloes y alguito más... y parece que quedé hechizada. Me encontré con un pincel en la mano, mezclando el polen de diferentes plantas, soñando qué colores nuevos y formas podrían surgir. Así nacieron mis propios híbridos. Cada uno de ellos me llena de orgullo y satisfacción.
¿Cuándo nació Succumom?
Hace ya 8 años me instalé en redes sociales con @succumom, para poder compartir mi pasión con aquellos con mis mismos intereses. Esto me motivó a investigar y aprender sobre cada género, su hábitat y las necesidades de cultivo. Ahora también vendo mis plantas a través de la tienda on line para que otros puedan disfrutar de esta magia.
Lo que más disfruto es la reproducción por semilla. La jardinería es adictiva, el mejor cable a tierra. También me emociona contagiar mi pasión e intento brindar la mejor experiencia.
¿Tenés alguna especie o género preferido? ¿Por qué?
Es difícil elegir, de hecho va mutando. Cactus: Echeveria, Sedum, Sempervivum, Haworthia, Adromischus. Últimamente, mi mirada está en algunas hoyas y en las variedades fascinantes de Rhipsalis. Estos últimos son cactus epífitos, que viven colgados de los árboles en su hábitat, por lo que van a requerir un sustrato especial, como el de las orquídeas, y un lugar sombreado.
¿Tenés algún secreto de cultivo?
Recomiendo empezar de a poco a poder identificar las plantas y aprender cómo es el lugar donde crecen en la naturaleza. Nos ayudará a conocer sus necesidades, ya sea el tipo de suelo, el riego, la iluminación o la época de actividad. Por ejemplo, los Aeonium habitan las Islas Canarias, donde tienen clima templado todo el año. Si nosotros vivimos en un lugar muy caluroso, en verano deberemos ponerlos a la sombra y en un lugar bien ventilado. Si vivimos en un lugar frío y hay temperaturas bajo cero, tendremos que cubrirlos con una manta antihelada. No hay secretos para esto, sí mucha dedicación.
Algunos consejos que no fallan:
- La mayoría de las suculentas necesitan mucho sol (pero cuidado con los rayos UV en verano, pueden cubrirse con una malla media sombra). Lo ideal es que reciban el sol de la mañana, así crecerán de forma compacta y conservarán su colorido. Hay varias que requieren luz indirecta, evitando el sol.
- A olvidarse de la tierra. Lo mejor es usar un sustrato que sea liviano y suelto, que no retenga el agua. ¡No les gusta estar encharcadas!
- En cuanto al riego, es importante hacerlo de forma abundante. Dejar que el agua corra por los agujeros de drenaje y repetir cada vez que el sustrato esté completamente seco. Si es con agua de lluvia, mucho mejor.
- Una buena ventilación es clave para mantenerlas saludables.
- Cuando se compra una nueva planta, recomiendo revisar las raíces y renovar el sustrato. Cada uno o dos años, repetir este proceso, agrandar la maceta para darles más espacio y permitir que sigan creciendo.
- Recordar que son plantas de exterior, no de terrarios.
- El mejor aprendizaje es la observación. La planta nos mostrará con su crecimiento si está contenta con el cuidado que se le da.