La chef sustentable Laura Di Cola es promotora del proyecto “de la huerta a la mesa” donde se busca aprovechar todas las partes de los alimentos
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Desde la cocina, la forma de llegar a un plato que nos nutra, que a la vez aporte fibras, nos ayude a enfrentar el frío y sea bajo en calorías es mediante las sopas.
1. El principal consejo es que utilices caldos caseros. Si no tenés, solo agua y ayúdate con hierbas como el orégano, romero, perejil, que –además del sabor– aportan nutrientes.
2. Usá ollas que transmitan buen calor y eficientes, para no perder nutrientes en la cocción y que tus cocciones sean cortas.
3. Incorporá grasas saludables, como los frutos secos o el aceite de oliva para darle cremosidad a tus sopas. Terminalas con algún toque crujiente si tu sopa es cremosa, o con un toque cremoso si es a la inversa. Aportan texturas y más nutrientes.
4. Tené siempre alguna sopa congelada a mano, para que no te sorprenda la noche sin algo sano y casero para alimentarse
Sopa de hongos y espinaca
Rinde 4 porciones
Ingredientes
- 8 hongos shiitake secos (chicos)
- 200 g de hongos portobello
- 2 zanahorias
- 4 tazas de caldo de verduras (o agua)
- 2 atados de espinacas
- 2 cdas. de miso (o 4 cdas. de salsa de soja)
- 50 g de castañas de cajú
Preparación
Primero activar las castañas: colocarlas en un frasco y cubrirlas con el doble de su volumen en agua. Llevarlas a la heladera por 6 horas.
Colocar los hongos shiitake en un recipiente resistente al calor, cubrir con agua hirviendo y dejar reposar durante 8 minutos.
Lavar y cortar las zanahorias al bies, en círculos de 1 cm de grosor. Colocarlas en una olla para sopas, cubrirlas con el caldo o el agua y llevar a ebullición.
Cortar los hongos portobello en rebanadas, agregarlos a las zanahorias y cocinar durante unos 10 minutos o hasta que las zanahorias estén tiernas pero aún crujientes.
Escurrir el shiitake y agregar el líquido de remojo a las zanahorias, cortar los hongos en tiras finas y agregarlos a la sopa.
Incorporar las espinacas cortadas groseramente y continuar cocinando a fuego lento durante unos 5 minutos.
Retirar un poco de caldo de la sopa en una taza, agregar el miso y mezclar. Una vez que se integre, volver todo a la sopa.
Enjuagar las castañas, agregarles 50 ml de agua y procesarlas.
Agregar más agua si fuera necesario para darle textura de crema.
Terminar la sopa con esta crema.