Ya sea para armar una huerta o pradera, lo ideal es acudir a estos especialistas en la producción de semillas, apasionados por la agricultura orgánica, la difusión, la capacitación y, también, la belleza.
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“Cuando cuento las semillas/ sembradas allá abajo/ para florecer así, lado a lado”, comienza un poema de Emily Dickinson. En efecto la semilla es una fuente de vida que opera fuera del alcance de la vista. Con este misterio conviven quienes se dedican a producir y comercializar semillas de las más hermosas especies, y también alimentos para llevar de la huerta a la mesa. Aquí, algunos de sus exponentes nacionales nos dan consejos para animarse y empezar a sembrar.
¿Cómo se elige una semilla?
“Elegir la semilla adecuada es crucial para obtener buenos resultados en la siembra. Al seleccionar una semilla, los aspectos a tener en cuenta son: adaptación al clima y la región donde serán cultivadas (esto asegura un crecimiento saludable, y mayor resistencia a plagas y enfermedades), calidad de las semillas (que sean frescas y estén en buen estado, revisar la fecha de caducidad y verificar que el envase esté sellado adecuadamente para mantener la viabilidad), y las características específicas (que se adapten a tus necesidades y preferencias, teniendo en cuenta el tamaño, rendimiento, sabor, resistencia a enfermedades, tiempo de maduración, etc).” Quien detalla estos ítems es Silvana, cuarta generación de Semillería Durán, con un local ubicado en la Ciudad de Buenos Aires. “Mi familia siempre tuvo una visión clara: proporcionar semillas de alta calidad a los agricultores de nuestra región.” Hoy, con la pasión intacta, la familia incorporó tecnologías avanzadas en los procesos de producción, diversificando así la oferta. Sus productos más vendidos son los sobres de hortalizas y flores, pensados para los amantes de la jardinería y agriculturas urbanas.
¿Qué recaudos hay que tener para el suelo y el abono?
“Lo mejor es sembrar en sustrato inerte, y hoy es fácil encontrar varias opciones. Esto nos ayuda en dos sentidos. Por un lado, nos aseguramos de que lo que germine sea efectivamente la semilla que sembramos, algo que es fundamental en el primer contacto que tenemos con la planta, para no confundirse con malezas, por ejemplo. Y por el otro, al usar este tipo de mezcla, mantenemos alejado de nuestros almácigos al damping-off (enfermedad común que ataca a cultivos en fases iniciales). En cuanto al abono, en la instancia de siembra no es necesario, porque la semilla tiene todo lo que necesita para germinar. También es fundamental mantener los almácigos en un lugar luminoso, nunca con sol directo, y que el sustrato esté siempre húmedo.” Quienes contestan son Andrés Cachero y Ezequiel Gorosito, fundadores del proyecto Mis Herbáceas, emprendimiento rosarino que nació en plena pandemia. Ellos aconsejan “respetar los tiempos de las plantas, y propinarles el cuidado específico, algo clave para el proceso de fructificación y semillado de nuestras herbáceas”.
¿Cómo podemos obtener semillas de nuestras propias plantas?
“Es importante asegurarnos de recolectarlas bien secas y quitarles la mayor cantidad de materia orgánica antes de guardarlas. Luego, es necesario conservarlas en materiales porosos. Nunca guardar las semillas en recipientes herméticos. Una semilla conservada en condiciones correctas de temperatura y humedad, puede prolongar su poder germinativo en 24 meses, siendo menor a medida que vaya transcurriendo ese tiempo. También hay semillas que pierden muy rápido su poder germinativo, aunque son las menos”. Quien nos ilustra es Eduardo Díaz, jardinero y paisajista salteño y alma máter de Alpujarrá, tienda boutique que ofrece semillas producidas en las Yungas de San Lorenzo. “La mayoría provienen de criaderos de Inglaterra, Alemania y Estados Unidos. Si bien se aclimatan, en cada región de La Argentina donde se las cultive se comportan de manera diferente”, agrega quien además talleres de jardinería para los interesados en iniciarse en esta práctica. “Empecé a cultivar plantas que traía de afuera, porque no encontraba suficiente variedad en los viveros de Salta”, recuerda. “Mi especialidad son herbáceas perennes. De a poco fui haciendo un banco de semillas que hoy tiene alrededor de 300 variedades, de las cuales comercializo 160″, relata. Hoy cuenta con un pequeño laboratorio que sirve de almacenaje y espacio e prueba de cultivos. Así logra una producción cuidada, cuyas semillas son seleccionadas y limpiadas a mano, sin agroquímicos.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere empezar a cultivar sus vegetales, frutas y flores, pero todavía no se anima?
“Nuestro mensaje es escuchar a la naturaleza, para encontrar ahí las respuestas: en respetar los ciclos, enamorarse de los procesos, tener paciencia y no apurar, evitar usar productos químicos, conectar e incorporar plantas nativas, y por sobre todo, disfrutar de este maravilloso proceso”, responde Florencia Gallino, fundadora de Sitopia. La marca nació en México, en 2016, y tres años después desembarcó a la Argentina. Su motivación fue “la búsqueda de una vida más conectada con lo verde. De habitar la naturaleza en la ciudad, de encontrar la paz en el caos”. Además de dictar cursos presenciales y virtuales, dan servicios de ejecución de espacios sustentables, y cuentan con una tienda online de productos para la huerta y el jardín. Allí ofrecen “kit para huerta”, “kit de semillas medicinales” y el “kit de jardín para polinizadores”. Para empezar, recomienda “plantas fáciles como hortalizas de hoja: lechuga, acelga, espinaca, rúcula, kale y algunas de raíz como rabanitos y zanahorias. Hacer algún curso o taller ayuda a no cometer errores que te desalienten y te hagan sentir que `no sos bueno con las plantas´. Empezar de menos a más. Con unos pocos bancales o macetas y, a medida que te vas sintiendo cómodo, ampliar el proyecto de la huerta”, concluye.
+info
Semillería Durán: www.semilleriaduran.com.ar IG @Semilleriaduran
Mis herbáceas: www.misherbaceas.com.ar IG @misherbaceas
Alpujarrá: www.alpujarra.com.ar @edud1az
Sitopia: www.sitopia.com.ar IG @sitopia.ar