Crecen en regiones desérticas de África y tienen una forma muy particular que se mimetiza con las piedras. Te contamos cómo se cultivan.
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Los lithops, también conocidos como “piedras vivas” o “plantas piedra”, son el nuevo romance de Pinterest y no es casual que la red social más visual e inspiradora haya sucumbido a los pies de estas suculentas, ya que son plantas fascinantes, únicas y muy curiosas.
Los lithops tienen forma redondeada o algo ovalada, con dos “hojas” que se fusionan en una sola estructura. Su superficie está cubierta de una piel texturizada que puede variar en color, incluyendo tonos de grises, verdes, marrones y amarillos.
Los lithops han evolucionado para imitar piedras y rocas en su entorno natural. Este camuflaje los ayuda a evitar ser devorados por herbívoros en las áridas regiones de Sudáfrica y Namibia, donde crecen de forma natural.
Existen alrededor de 37 especies diferentes de lithops, con variaciones en color, forma y patrón. Algunas especies tienen diseños muy intrincados.
Están adaptados a la vida en condiciones áridas. Su estructura les permite almacenar agua en el interior de sus hojas engrosadas. Durante los períodos de sequía en los desiertos africanos de donde son originarios, los lithops pueden sobrevivir con muy poco riego y pueden entrar en un estado de dormancia para conservar energía y agua.
Los lithops utilizan un tipo de fotosíntesis llamada “CAM” (Metabolismo Ácido de las Crasuláceas), que les permite abrir sus estomas durante la noche para captar dióxido de carbono y reducir la pérdida de agua. Esto es ideal para su entorno árido.
Los lithops pueden vivir muchos años con el cuidado adecuado. En su entorno natural, pueden alcanzar varios años de vida, mientras que en cultivo pueden vivir una década o más.
Pero el momento más atractivo y apasionante de los lithops se produce durante su período de floración: desarrollan flores que emergen del centro entre las dos hojas, pueden ser blancas, amarillas, rosas o incluso naranjas y suelen abrirse en la mañana y cerrar en la tarde.
“Luego de la floración no se deben regar, a partir de ese momento mueven el agua y los nutrientes al nuevo par de hojas que terminará asomando, rompiendo las viejas. Cuando aparecen las nuevas hojas se comienza a regar paulatinamente cada dos semanas”, explica el ingeniero agrónomo Sebastián Ojeda.
En general, son resistentes a las plagas debido a su piel dura y texturizada. Sin embargo, pueden ser susceptibles a ciertos insectos como cochinillas y ácaros si no se mantienen en condiciones adecuadas.
¿Cómo cuidar los lithops?
- Necesitan mucha luz para prosperar. La luz solar indirecta brillante o la luz artificial adecuada son cruciales para su crecimiento.
"Desde la floración en otoño hasta la muda de hojas, a mediados de la primavera, no se riegan. Es normal que se arruguen, pero no se deben regar"
Sebastián Ojeda, ingeniero agrónomo
- Regar con moderación, permitiendo que el sustrato se seque completamente entre riegos.
- Prefieren temperaturas cálidas durante el periodo de crecimiento y frescas en invierno.
- Necesitan un sustrato muy mineral en contacto con las raíces.
- Las hojas van enterradas en piedritas y sobresalen un tercio.