Armar una pérgola en el jardín es una decisión, una inversión y una apuesta a futuro. Es convertir un espacio en el jardín en un sitio para compartir momentos: mañanas, tardes y atardeceres memorables.
- 2 minutos de lectura'
Una vez que ya tomamos la decisión de armar una pérgola, a tono con nuestras necesidades y preferencias (a tono, también, con nuestro hogar), llega el momento de elegir las especies que terminarán de vestirla. Porque no hay pérgola bella sin plantas.
La paisajista y miembro del grupo Jardineras en Acción María Laura Vidal Bazterrica nos ayuda a tomar la decisión. “Las estructuras se suavizan mediante por medio de especies trepadoras y apoyantes”, confirma. “Es importante siempre conocer su origen y comportamiento para poder elegir cuál utilizar para que finalmente sea un éxito en el tiempo”. Aquí, algunas opciones para complementar las clásicas: jazmín de leche y glicina.
- Clematis montana. De origen europeo, su nombre proviene del griego klematis y significa ‘que trepa’. En primavera, sus flores blancas visten una columna y techan en forma compacta. En lugares muy fríos, se comporta como caduca; en zonas templadas, es persistente. Ideal para una pérgola, combinada con rosales trepadores. Es lenta el primer año, y luego avanza 10 metros de largo y 3 metros de ancho aproximadamente.
- Rosal trepador ‘Pierre de Ronsard’. De origen francés, es una trepadora muy deseada y buscada por todo amante de las rosas. Rosa pálido es el color de sus pétalos y la flor llega a medir 15 cm de largo. Con ramas muy flexibles, es una trepadora ideal para soportes. Es muy recomendada para pérgolas, especialmente de un estilo romántico.
“Es ideal que las especies sean caducas, porque en invierno las hojas caen, se ventila y entra el sol. Eso evita el moho en el suelo”, explica Bazterrica.
- Thunbergia grandiflora. Trepadora especial para cubrir grandes espacios, es de estilo tropical y alcanza los 15 metros de largo. Sus inflorescencias colgantes azulinas, con el centro color crema, florecen desde la primavera hasta el otoño. Se luce en toda pérgola por su movimiento y por el tamaño de sus hojas. Sufre las heladas los primeros dos años.
- Tetrastigma voinierianum. Pariente de los cissus y amplelopsisus, sus hojas son persistentes y grandes: alcanzan los 20 cm de longitud. Se sujeta por medio de zarcillos, dando vida a flores pequeñas blancas y frutos negros. De crecimiento rápido, funciona a sol y media sombra. Su textura la hace muy exótica y deseada para diseños modernos y minimalistas.
+Info
@itasflowers
@Jardinerasenaccion2021