Espacios interiores con carisma, personalidad y estilo en los que sea posible relajarse y disfrutar. Las palmeras de interior agregan el toque distendido, tropical y disfrutable que tu espacio necesita.
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Con aires tropicales, las palmeras nos remontan a lugares paradisíacos, de relax y placer. Sin mayores dificultades para cultivarlas, le dan a cualquier ambiente una impronta de vitalidad y la sensación de exuberancia que pocas plantas logran transmitir.
Te contamos qué especies se desarrollan mejor en interiores y cómo cuidarlas.
Rafis o palmerita china
Rhapis excelsa
Es la palmera más adecuada para interiores, por su lento crecimiento y condiciones de cultivo. De pequeño porte, sus hojas palmadas crecen en forma de abanico, divididas hasta la base, de color verde oscuro.
Cuidados: Es rústica y se adapta a condiciones variadas, aunque prefiere la media sombra. Requiere un buen drenaje y riego regular, con mucha menor frecuencia en invierno. Hay que tener en cuenta que puede ser atacada por la arañuela roja y la cochinilla algodonosa.
Kentia o palma del paraíso
Howea Forsteriana
Una de las más cultivadas en todo el mundo. Es una palmera de aspecto muy elegante que en maceta y en interior no suele superar los 2 metros de alto. Tiene hojas grandes, arqueadas, muy divididas y de color verde oscuro. Los frutos maduros son de color rojo pálido y tienen forma de huevo.
Cuidados: Puede ubicarse en ambientes con poca luz. En exteriores, los ejemplares jóvenes necesitan ser protegidos de la luz directa del sol y crecen mejor en lugares de sombra o media sombra.
Es muy sensible a los cambios drásticos de exposición. Si debemos cambiarla de un espacio con mucha luz a otro de penumbra habrá que hacerlo paulatinamente. Es sensible a bajas temperaturas y necesita riego abundante todo el año, menos durante los meses fríos.
Chamaedorea
Chamaedorea elegans
Una de las palmeras más utilizadas para interiores, tanto por su tamaño como por la facilidad de su mantenimiento. Es pequeña, de estípite (tronco) delgado, tiene un tallo solitario, anillado, como una caña de bambú.
Sus flores surgen del tronco como brotes laterales y se abren en forma de racimos. Son de color amarillo o anaranjado y aparecen durante todo el año.
Cuidados: Agradece un ambiente con luz y húmedo, pero nunca sol directo.
Se debe pulverizar su follaje con frecuencia o ponerla sobre piedritas entre agua para que, al evaporarse, les aporte humedad a las hojas.
No tolera los ambientes con calefacción y necesita riego frecuente, reduciendo la intensidad durante el invierno.
También deben evitarse las corrientes de aire y los roces sobre las hojas para no dañarlas.
Las puntas de las hojas secas son signos de un ambiente seco, si las hojas se tornan amarillas, puede ser por falta de agua, si presenta las hojas bajas marrones, es posible que esté recibiendo riego en exceso.
Areca
Dypsis lutescens
Es muy común usarla en interiores, ya que es considerada una de las mejores purificadoras de aire natural
Se puede colocar en terrarios o hacer un kokedama. Tiene las hojas grandes, extendidas y curvadas hacia abajo de color verde claro; produce frutos amarillos y flores blancas.
Cuidados: En interiores necesita mucha luz, le gustan los ambientes luminosos y húmedos, por eso, si tiene las puntas marrones, es conveniente pulverizar las hojas regularmente.
Lejos de las corrientes de aire y sin sol directo, necesita riego frecuente, sobre todo en verano. Una opción es colocar un plato debajo e ir controlando que siempre tenga agua.
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