Durante los meses fríos, las orejas de elefante sufren los avatares del clima porque son plantas tropicales y subtropicales. Te contamos cómo cuidarlas.
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Las colocasias, también conocidas como “orejas de elefante”, son plantas tropicales y subtropicales que hacen grandes esfuerzos por sobrevivir al invierno. Su sensibilidad al frío es una de las razones por las cuales pueden decaer o morir durante el invierno si no se las protege de manera adecuada.
El género Colocasia comprende cerca de 30 especies distribuidas por casi toda Asia y pertenecen a la familia Araceae. Sus hojas son extremadamente brillosas y hasta tornasoladas, lisas, a rayas o marmoladas, que van desde los tonos verde limón al negro, con manchas violetas, rosadas e incluso tonos fucsias, y también variegadas.
Durante el invierno, las plantas que están a la intemperie pierden completamente su follaje y rebrotan sin problema con la llegada de los días cálidos de la primavera. Las que se producen para el mercado, al estar dentro de un invernadero, conservan su follaje casi intacto.
Buscarles un lugar reparado dentro de la casa no será la solución más adecuada, ya que en invierno, la humedad del aire suele ser más baja, especialmente en interiores con calefacción. Las colocasias requieren alta humedad para prosperar y la baja humedad puede provocar que las hojas se sequen y se caigan.
La combinación de baja humedad ambiental y un suelo que se seca rápidamente puede afectar negativamente a las colocasias
Cómo regarlas en invierno
Durante el invierno también es preciso controlar el riego. El crecimiento de las colocasias se ralentiza significativamente durante los meses fríos, por eso si se mantiene la misma frecuencia de riego que en verano, el exceso de agua puede provocar la pudrición de las raíces. Las colocasias necesitan menos agua en invierno y el suelo debe secarse ligeramente entre riegos.
En esta época hay que prestar especial atención al drenaje si la colocasia está en maceta. Un sustrato que no drena bien puede mantener el suelo demasiado húmedo durante el invierno, lo que también puede contribuir a la pudrición de las raíces.
Por otra parte, los días invernales más cortos y la luz solar menos intensa juegan en contra. Las colocasias requieren luz indirecta brillante para mantenerse saludables, la falta de luz puede hacer que las plantas se estresen y se debiliten.
Con la llegada de temperaturas más amigables, en primavera aumentará la circulación de savia y rápidamente despertarán. Es el momento para fertilizar.
¿Cómo ayudarlas en invierno?
- Si tenés colocasias en el exterior en macetas, una opción es moverlas a un lugar protegido antes de que lleguen las temperaturas frías.
- Si no se pueden mover las plantas, la solución es cubrir el suelo con mulch para proporcionar una capa adicional de protección contra el frío.
- Es necesario disminuir la frecuencia de riego en invierno para evitar la pudrición de las raíces.
- Si la planta está en interior, podés ayudarla a mantener su humedad utilizando un humidificador, colocando bandejas con agua cerca de la planta o rociando las hojas con agua regularmente.
- Agrupar las colocasias con otras plantas ayuda a crear un microclima más húmedo y saludable.
- Colocar las plantas en el lugar más iluminado del hogar, idealmente cerca de una ventana que reciba luz indirecta brillante.