En este balneario de la costa bonaerense se despliega un emprendimiento cultural con la finalidad de promover y llevar el arte al alcance de todos. Hoy en día hay más de 60 obras expuestas en diferentes lugares de la ciudad.
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Con motivo del 65º aniversario de Pinamar, en 2008 se emplazó Dibujando espacios, una escultura de Raúl Pájaro Gómez, en la rotonda de Av. Bunge y el mar. Este gigante de acero inoxidable se convirtió en un ícono de la ciudad y fue la primera de una serie de esculturas que hoy son parte de un circuito de arte al aire libre que la convierte en un museo a cielo abierto.
Años más tarde y con la misma modalidad, para la inauguración del Camino de los Pioneros, se levantó La permanencia de un sueño de Alberto Bastón Díaz. Esta escultura de acero corten simboliza una gran piña abierta, desgranada, fruto de los árboles que dominan los bosques locales, y también se convirtió en símbolo de los pinamarenses.
“El armado y levantamiento de la obra del Pájaro Gómez frente al mar juntó mucho público ya que se lo podía ver a él trabajando arriba de andamios a 6 metros de altura para encajar perfectamente las piezas en el eje de rotación. Y lo mismo sucedió cuando se armó la obra de Bastón Díaz”, recuerda el arquitecto Alejandro Tobe, el curador que proyectó y llevó a cabo el emplazamiento de las obras.
En el año 2017 se llevó a la ciudad una colección privada de esculturas y se decidió ubicarlas en el espacio público, reforzando de esta manera el concepto original de ofrecer una “ciudad jardín” en la costa bonaerense, pensado por el arquitecto Jorge Bunge en sus comienzos. Así, luego de las dos primeras esculturas, llegaron más y hoy forman la iniciativa cultural llamada Parque Escultórico de Pinamar o PEP.
“El total de las obras ya emplazadas es de 60, y aún hay unas 20 o un poco menos que tenemos guardadas”, cuenta el arquitecto Tobe. “Las obras están en lugares privados de acceso público. Tenemos dos puntos muy importantes, donde concentramos la mayor cantidad de obras, que son: el campo de golf de Links Pinamar y el clásico y emblemático Playas Hotel. El resto está en plazas, balnearios (Barbados, Kota Beach), escuelas y galerías comerciales”.
El PEP tiene una gran cantidad de obras en el acceso de la cancha del golf y allí se encuentra un mix de árboles nativos y exóticos –como pinos, eucaliptos, palos borrachos, álamos y liquidámbar– y canteros con gramíneas, dietes, agapantos, hiedras, formios enanos y amapolas de California que acompañan las esculturas.
En Links Pinamar todos los veranos se organizan “Pic-Nic bajo las Estrellas”, en conjunto con la Secretaría de Turismo y Cultura de la municipalidad, donde se hace un picnic nocturno con músicos en vivo y mapping sobre las esculturas. También se realizan visitas organizadas para alumnos de todos los niveles educativos. Como parte del mismo programa, se hacen muestras itinerantes de diferentes artistas en el Playas Hotel, y siempre las esculturas tienen su papel preponderante.
La colección es heterogénea. Hay obras de diferentes tamaños y materiales –como fundición, piedra, acero, granito– y de importantes artistas como Marta Minujín, Leo Vinci, Gyula Kosice, Rubén Locaso, Carlos Alonso, Aurelio Macchi, Lucio Fontana, Ponciano Cárdenas, Claudia Aranovich, Lydia Galego, Luis Falcini, Antonio Pujía, entre otros. El acceso es gratuito y allí, a la vista del público, se erigen obras de arte, algunas monumentales, todas parte de un invaluable patrimonio cultural.
- IG: pep_pinamar