Es una aliada del sistema cardiovascular, además aporta energía, vitaminas, fibra y es muy importante para el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
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La chía se puso de moda en los últimos años, pero a diferencia de algunas modas caprichosas y vacías, esta vez se trata de una de esas modas que vale la pena seguir, debido a los beneficios que esta planta herbácea tiene para nuestro organismo.
La chía es una semilla que se obtiene de la salvia hispánica y tiene una importante producción en el sur de México. De hecho, ya formaba parte de la dieta básica de los imperios Azteca y Maya antes de la colonización española y su nombre significa “fuerza” en lengua maya.
Tras la colonización se perdió su consumo regular, sin embargo en los últimos años esta semilla ganó una inesperada popularidad debido a sus propiedades.
La chía es considerada un superalimento por la cantidad de vitaminas, minerales, antioxidantes y otros nutrientes que aporta, sin embargo lo que la hace irreemplazable es su alto contenido de Omega 3, que la convierte en un guardián de tu corazón y tu sistema cardiovascular.
¿Cómo se cultiva?
La salvia hispánica de donde se cosecha la chía es una herbácea cuyas semillas se siembran al voleo, en un suelo ligero y con buen drenaje. Es sensible a la humedad así que habrá que prestar atención al riego. Tampoco tolera bien los suelos ácidos y las heladas. Sembrarla en casa es una buena alternativa para consumir semillas de chía orgánicas.
Lo primero que debes hacer es esparcir las semillas para luego remover la tierra y regar, cuidando de no enterrarlas demasiado. A la semana, las semillas comenzarán a brotar y más tarde habrá que hacer una selección de los mejores brotes. Conviene hacerlo en un lugar soleado para que produzca los frutos.
Con las hojas de la salvia hispánica se pueden hacer infusiones. En cuanto a las inflorescencias, una vez caídos los pétalos es momento de la recolección. Se cortan y se colocan en bolsas de papel para que se sequen en un lugar fresco y aireado. Una vez secas, llega la tarea más ardua: separar las semillas de chía, que luego se deben almacenar en un frasco limpio y seco para utilizar en tus comidas.
Además de todas sus virtudes nutritivas, la salvia hispánica de donde proviene la chía nos regala unas hermosas flores de color azul violáceo muy ornamentales.
La recolección se realiza cuando a las inflorescencias de la planta se les han caído los pétalos
¿Cuáles son los beneficios de la chía?
En palabras de la nutricionista María Victoria Urraco @mvu.nutricion, “las semillas de chía son una fuente importante de Omega 3, un ácido graso esencial para el organismo, con un rol fundamental en el equilibrio de los lípidos en sangre, como así también en los sistemas cardiovascular, nervioso, digestivo e inmunológico”.
Además, la chía aporta gran cantidad de fibra y es especial para combatir el estreñimiento, regular el tránsito intestinal, mejorar la salud digestiva y cuidar la microbiota.
Su gran aporte de fibra también contribuye en el equilibrio de la glucemia y aporta la sensación de saciedad. Entre otros nutrientes, también aporta calcio y magnesio.
¿Cómo se puede consumir?
“La chía se puede consumir sin previa cocción pero es importante hidratar las semillas por lo menos 15 minutos antes de ser consumidas o molerlas para así poder aprovechar su contenido de Omega 3″, comenta Victoria Urraco.
En la cocina, la chía se suele utilizar como sustituto del huevo en las preparaciones veganas (1 cucharada de semillas más 3 cucharadas de agua equivalen a 1 huevo).
En el mercado existe el aceite de chía, que se puede conseguir en cualquier dietética. Una cucharadita tamaño té del aceite, aporta casi la totalidad del Omega 3 que nuestro organismo necesita por día. Eso sí, se debe consumir en crudo, sin cocción y sin someterlo a temperaturas muy elevadas.
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