Resguarda el espíritu estético de la Belle Époque y el encanto de un pasado esplendoroso. En manos privadas, queda en San Fernando y se lo puede recorrer con reserva previa.
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A pocos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, en Victoria, Partido de San Fernando, el Palacio Sans Souci, una auténtica muestra de la Belle Époque en nuestro país, se mantiene intacta y dispuesta con el encanto de entonces para recibir al público y ofrecerle un despliegue arquitectónico y paisajístico deslumbrante.
Con una historia asociada a la de una familia de estirpe aristocrática de comienzos del siglo XX de la Argentina, y un espíritu y carácter con fuertes lazos e influencias europeas, el Palacio Sans Souci permite recorrer sus interiores y jardines, a través de visitas guiadas que se realizan los domingos a las 15. El mismo día, a las 16, abre la casa de té, donde se puede disfrutar de una degustación de delicatessen dulces y saladas, en un entorno palaciego. Además, los viernes a las 20 suelen organizar cenas con distintos chefs invitados. Todas las actividades son con cita previa y cupos limitados y están sujetas a las disposiciones estatales y las restricciones sanitarias por la pandemia.
Su historia
Carlos María de Alvear y su esposa, Mercedes Elortondo, buscaban un arquitecto que diseñara su residencia y para eso viajaron a París. Allí eligieron al arquitecto francés René Sergent, autor de numerosas obras como el Trianon Palace Hotel, ubicado en Versailles, la mansión Nissim de Camondo, en París, y el Claridge de Londres. En Buenos Aires, Sergent fue el creador de proyectos como el Palacio Bosch, actual residencia del embajador de Estados Unidos, y el Palacio Errázuriz, hoy Museo de Arte Decorativo.
Encargada la obra al arquitecto Sergent, en 1914 se colocó la piedra fundamental del Palacio Sans Souci, asentado con toda su gloria en terrenos heredados por la esposa de Alvear en Victoria. El Palacio, de estilo neoclásico, tiene sus cuatro fachadas en símil piedra, escaleras de mármol de París y carpinterías de roble de Eslavonia.
Un jardín de palacio
El diseño estuvo a cargo del paisajista francés Carlos Thays. En una extensión original de 9 hectáreas, creó un jardín de estilo mixto —según sus propias palabras—, donde combinó ejes y formas clásicas con otras más sueltas y de carácter libre. El estilo clásico en relación directa con las líneas de la arquitectura y como extensión de esta es lo que hoy perdura, mientras que el sector romántico (que se desarrollaba a lo largo de la barranca con senderos curvos hasta llegar a una colección de azaleas en la porción más baja) se perdió por los sucesivos loteos.
El clasicismo de Thays recurría a elementos decorativos propios de la Belle Époque, como fuentes y esculturas que ornamentan el recorrido del jardín. En la vista del frente se destaca un semicírculo de añosas araucarias, presumiblemente originales. En el parque predominan grandes planos de césped verdes donde se recortan las figuras geométricas trabajadas con la técnica del topiario: juníperos con forma de conos, y laurentinos (Viburnum suspensum) que forman setos lineares y compactos.
Hace casi sesenta años, la familia Durini compró el Palacio y se ocupó de su restauración. Los trabajos estuvieron a cargo de la arquitecta Josefina Barra de Durini, quien le devolvió el esplendor de antaño. Hoy pertenece a Sans Souci S. A. y está destinado a la realización de eventos privados y a las visitas guiadas, meriendas y cenas.
- Dónde queda: Paz 705, Victoria, San Fernando. Provincia de Buenos Aires
- Cuánto cuesta: las visitas guiadas tienen un costo de $700 por persona y el té completo $2.200. Las reservas se realizan por WhatsApp al 11 5020 3440.
- Más información: IG @palaciosanssou
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