Se diseñaron distintos sectores, con variadas especies de alta floración que producen visuales espectaculares
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Esta típica casa estilo chalet de San Isidro estaba en plena reforma, con un jardín existente de césped bien cuidado, una pileta antigua que se taparía y cambiaría de lugar y una cancha de tenis que se transformaría en jardín y futura pileta.
Entrar en ese punto les permitió a las paisajistas interactuar con el estudio de arquitectura a cargo de la reforma, Negro House and Pleasures, y con el dueño de casa, para tomar algunas decisiones que potenciarían el uso del jardín.
Como premisa había que mantener las visuales a la pileta desde la casa y crear un jardín que se viera bien desde el primer momento, con muchas flores, para un pronto evento en el lugar.
Se decidió entonces conservar gran parte del césped cercano a la casa (que se encontraba bien implantado y muy bien mantenido) y trabajar con un “partido ortogonal” donde, mediante grandes canteros, se articularon los diferentes sectores.
Se proyectó un gran espacio de transición con largos pasos de hormigón que se insertan en canteros de formas ortogonales, con una plantación diversa y naturalista que combina gramíneas y herbáceas de distintas alturas y texturas, para lograr un atractivo a lo largo del año.
Algunas de las especies utilizadas fueron Stipa tenuissima, Melinis nerviglumis, Molinia caerulea, Celtica gigantea, Baccharis trimera, Gaura lindheimeri, Sedum ‘Autumn Joy’, Teucrium hircanicum, Cosmos bipinnatus, Echinacea purpurea , Rosmarinus officinalis ‘Prostratus’, nepetas, formio ‘Tom Thumb’, variedad de verbenas, salvias, escabiosas y agastaches.
Los pasos intervenidos con alisos, tomillos y erigerones llevan a un segundo plano de césped que se acerca a la pileta, donde se proyectó una “pool house” con una espalda de jazmines.
Para acompañar y dar escala instantánea al sector, se trasplantó un ejemplar de Butia híbrida con una plantación de sombra en la base: un helecho Alsophila sp. rodeado de Farfugium japonicum, Monstera deliciosa, Plectranthus ecklonii y Pteris tremula. En el borde del agua, un cantero de suculentas filtra las visuales y da marco a la transición hacia el espacio cubierto, al que se llega atravesando pasos en un lecho de piedra. Un bosquecito de lagerstroemias lleva a este lugar por otro camino.
Este paso queda semioculto por un filtro de gramíneas, que a su vez es la espalda y el marco de los canteros floridos. Para acompañar el sector del quincho se proyectó un deck con canteros trapezoidales calados para plantar lagerstroemias multitronco que “conversan” con las del bosquecito.
La plantación en la base remite a las especies de los canteros del jardín, para lograr una unidad de lectura. Un ejemplar de Agave attenuata existente se reubicó también en este sector y los canteros se completaron con Stipa tenuissima, Verbena rigida, Baccharis trimera, Sedum spectabilis, Achillea millefolium y Salvia x jamensis.
Dos nolinas ejemplares se destacan contra el fondo de madera negra del gimnasio, produciendo un efecto dramático. Bajo el gran Taxodium distichum existente se creó un clima de sombra junto a la casa. Filodendros, agaves, acantos y Polygonum amplexicaule arman un conjunto de visuales interesantes desde el estar interior.
En el frente de la casa, ejemplares de Nolina recurvata y Cycas circinalis, alpinias crinum y diversos helechos reciben al visitante. El resultado final fue un jardín contemporáneo y renovado, en sintonía con la impronta dada a la casa por el estudio de arquitectura, con nuevos espacios de uso y recorridos alternativos.
Un jardín que sorprendió desde el primer momento por su rápida implantación y que sigue sorprendiendo por sus prolongadas floraciones.
- Obra: Casa particular
- Lugar: San Isidro, provincia de Buenos Aires
- Proyecto de paisajismo: Harte - Ponieman - Sambresqui - Beveraggi
- Empresa constructora de jardines: Wei Ingeniería
- Iluminación: Rubén Amsel
- Superficie intervenida: 1300 m²
- Año de ejecución: 2022
- Contacto: cariponieman@gmail.com ; arqsam@gmail.com