¿Qué debemos hacer con las plantas en otoño? Es una época de recambio y como tal hay algunas reglas que tenemos que tener en cuenta para que el jardín no sufra.
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El otoño es la época ideal para poner foco en los cítricos. limón, naranja, lima, mandarina, pomelo y quinoto pueden encontrar su lugar en nuestro jardín en esta época.
Conviene plantarlos en suelos con buen drenaje y al sol. Se pueden cultivar en macetas en el balcón, aunque en ese caso el desarrollo de la planta será limitado.
Gajos y flores
El otoño también es una buena época para hacer gajos. El gajo, que no debe ser muy largo, se hace cortando debajo de una yema en una rama semimadura.
Se entierran en sustrato liviano las dos yemas inferiores dejando asomar una o dos por encima de la tierra. Es importante reducir las hojas y colocar a la sombra hasta que arraigue.
En otoño también se pueden sembrar especies de floración primaveral, algunas en almácigos como Anchusa capensis, Coreopsis tinctoria, Convolvulus tricolor, conejillo, amapola, Gypsophila elegans, Godetia grandiflora, iberis, lino, arctotis, lupino, gaura, espuela de caballero y otras.
El espectáculo de las hojas
Nada más lindo que ver el manto de hojas cubriendo el suelo del jardín en otoño. Pero, si la decisión es juntarlas, hay dos caminos: las que se descomponen fácilmente como las de frutales, acer, acacia, olmo, rhus y ciprés calvo, se podrán agregar al compost.
En cambio, las hojas de consistencia coriácea, como las de liriodendron, álamo, roble y liquidámbar, se pueden usar como mulch para proteger el cuello y las raíces de las plantas sensibles.
Es importante quemar o eliminar las hojas apestadas para evitar la proliferación de plagas.
Con la llegada del otoño, la temperatura baja y el jardín demanda un régimen de riego distinto: hay que disminuirlo y regar por la mañana.
También es época de recambio de flores, se pueden plantar prímulas, violas, violetas de los Alpes, coquetas y pensamientos. Siempre conviene incorporar compost antes de la plantación.
Tiempo de nueces y almendras
Después de haber esperado años para que los frutales de pepita, como castaños, avellanos, almendros y nogales, den sus primeros frutos, llega el momento de cosechar en otoño.
Luego de recoger los frutos, se les saca el envoltorio y, antes de almacenarlos, se los pone a secar en chapas o bandejas al aire libre y al reparo de la lluvia y el rocío.
LA NACION