Todo el jardín está cambiando, y es hora de acompañar el proceso con tareas a lo largo del mes. Si bien hay mucho por hacer, el esfuerzo se recompensará con creces.
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En los días de octubre estamos a pleno con la naturaleza; la primavera se ha adueñado de nuestro jardín. Es tiempo de despedirnos de los jacintos, narcisos, crocus o tulipanes, pues están en su última fase (aunque aguantarán un poco más si se eliminan hojas marchitas y se los riega con agua helada). Hay muchas herbáceas y leñosas que están abriendo sus flores, por lo que –para mantenerlas ornamentalmente óptimas– conviene fertilizar más e incrementar los riegos en función de las temperaturas y lluvias. También el césped empezará a reclamar tu atención, y cuidado con plagas primaverales que estarán al acecho.
1. Flores, flores y más flores
El suelo del jardín ya ha acumulado temperaturas adecuadas para que incorpores plantas herbáceas. A pleno sol son ideales los cosmos, aquilegias, delphinium, senecios, geranios y, por qué no, malvones. En sombra: cretonas, astilbes y lisimaquias. Una vez plantadas, las que tendrán un porte alto necesitarán alguna sujeción, por lo que conviene entutorarlas desde su plantación.
2. Sacar chupones
En los arbustos es frecuente la aparición de chupones: ramas que salen de la base de los tallos, muy vigorosas, por lo general no dan flores y tienden a debilitar el resto de la planta. Por eso pueden eliminarse apenas se visualicen. Si provienen de debajo de la cicatriz del injerto, son ramas del patrón y es conveniente aprovecharlas y hacerlas enraizar para, en un futuro, injertarlas y así tener nuevos arbustos.
3. Alerta: insectos chupadores
Además de pulgones y arañuelas, comienzan a aparecer las moscas blancas. Tomar recipientes plásticos celestes u amarillos, untarlos con grasa de litio y colocarlos entre el follaje de los arbustos. Funcionan como trampas: la plaga es atraída por el color y cuando se posan los insectos quedan pegados.
4. En herbáceas perennes y bulbosas de primavera
Hay que ir eliminando paulatinamente las flores secas y fertilizar con abundante fósforo para que duren más tiempo en flor.
5. Temporada de plagas
Para las plantas de interior, llegan de la mano del calor las cochinillas, las arañuelas rojas, los pulgones y los trips. Mirarlas muy de cerca para evitar ataques devastadores.
6. Aprovechar el aporte de agua
Sea por lluvia o de riego, excavar una pequeña depresión alrededor del tronco para que la retenga.
7. Desmalezado general
Es conveniente hacerlo en todo el jardín, con escardillo o alguna herramienta de labranza. Esto permitirá eliminar las malezas que aparecen entre los macizos y todo aquello que esté enfermo y que atraiga insectos. Por otro lado, ablandaremos el suelo de posibles costras formadas durante el invierno, mejorando su calidad.
8. ¡Peligro en la huerta!
Si octubre viene húmedo y con lluvia, el riesgo de hongos (mildiu, cercospora, roya, etc.) en los cultivos será mayor. Para prevenir, puede rociarse las plantas con caldo bordelés. Y si aparecen, rociar con canela o con un fungicida.
9. Cactus y suculentas
Estas plantas están a punto para ser propagadas: sacá hijuelos de cactus y gajos de suculentas, los cuales enraízan fácilmente en esta época del año.
10. Trasplante en la huerta
Ya se pueden pasar del semillero al cantero o cajón los plantines de tomate, pimiento, berenjena y melón, y plantarlas al lado de tutores.
11. Césped
Ya habrá crecido bastante, por lo que es el momento de realizar el primer corte de la temporada. Elegir un día seco para efectuarlo y poner las cuchillas más altas (5-6 cm).