Además de sus usos en la cocina, los limones son la materia prima fundamental para la limpieza del hogar.
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Más allá de su conocido uso como aromatizante en pastelería o incluso para darle un toque cítrico a guisos, carnes y sopas, la cáscara de limón tiene otras funciones no tan difundidas pero muy poderosas.
¿Alguna vez te preguntaste por qué las etiquetas de los productos para limpiar la cocina o el baño suelen decir que contienen limón o naranja?
Esto es gracias al poder de los terpenos, hidrocarburos provenientes de los aceites esenciales de plantas como el limonero o el naranjo.
“El aceite que contiene la cáscara del limón es un desengrasante y disolvente natural y biodegradable que se usa industrialmente para los motores; como disolvente de resinas y tintas; para la limpieza del asfalto, las alcantarillas y la vía pública, y en general para eliminar la suciedad profunda y la grasa”, dice Eleonora Dubini, autora del libro Silvestre, una guía de cosmética natural, aromaterapia, cuidado de la casa, el cuerpo y el espíritu.
Sin llegar al extremo de los usos industriales, podés aprovechar la cáscara del limón diariamente en tu casa para crear el desengrasante natural más popular de todos los tiempos.
¿Qué necesitás? Sólo cáscaras de limón (o el cítrico que prefieras) y vinagre de alcohol.
Procedimiento y uso
Sumergí las cáscaras de limón en el vinagre dentro de un frasco, tapalo y dejá reposar durante 15 días. Luego se filtra con un colador y está listo para usar puro o diluido con agua en partes iguales.
Este preparado se puede usar para todas las superficies de la casa, pero si buscás algo más específico para lugares donde se conservan alimentos, podes hacer una pequeña variante.
El lugar donde conservamos nuestros alimentos merece una limpieza tan natural y fresca como debe ser su contenido. Para limpiar heladeras y alacenas, podes fabricar una pasta con bicarbonato de sodio, agua y cáscara de limón o naranja.
Se frota el preparado sobre las superficies a limpiar y luego se enjuaga con un paño húmedo para que no queden residuos de la pasta.
Para evitar o eliminar los olores desagradables, podes dejar un recipiente con bicarbonato de sodio y medio limón en el fondo de la heladera.
La cáscara de limón también puede utilizarse para crear un popurrí aromático. Basta con mezclar cáscara de limón seca con otras hierbas y flores secas, como lavanda o romero, y colocarlo en un cuenco o bolsita de tela. Es una forma excelente de refrescar tu casa y sumar un agradable aroma a cualquier habitación.
LA NACION