En imágenes y volúmenes, la artista expresa un modo de ver el mundo, de conocimiento personal, vincular y de vida que se inspira en la observación de la naturaleza. Reconocida especialmente por sus piezas en cerámica, sigue explorando también nuevos materiales y formas de trabajar.
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La propia búsqueda hace única a una persona creadora. Sentir, pensar, producir desde la experiencia, encontrando inspiración en la visión personal del mundo interno y externo.
El estilo de Natalia Nasier Kaban podría definirse como naturalismo fantástico, tiene una fracción ritual y onírica; y cada pieza siempre es parte de un mundo más amplio.
“Por lo general, comienzo a trabajar sintiendo y conectando con una especie de la naturaleza. El primer paso es observar en persona, si es posible. Leo textos que hablen de vida, comportamiento, funciones, también sobre sus significados y simbolismos en la antigüedad”. Natalia estudió profesorado de Artes Visuales y tecnicatura en Cerámica, buscando también extender, indagar e investigar a partir de cursos y seminarios.
En la cerámica encontró el lugar donde profundizar todos sus intereses, tanto artísticos como personales. Al comenzar la pandemia, se dedicó además al dibujo, la pintura, el tatuaje y se inició en la exploración de biomateriales, diseño biomimético y bioconstrucción.
Su rutina arranca con un dibujo o texto cada mañana. Luego, un proceso de días de imaginar, escribir, dibujar, buscar información. “Y entonces, en un momento, llega el despliegue en el taller para empezar varias cosas a la vez, porque el barro tiene tiempos tranquilos y de mucha espera. Y a veces parte de la rutina –mientras todo aquello sucedía– era hacer piezas utilitarias, emparentadas con su diseño de piezas escultóricas o de instalación”.
Siempre hay una ilustración antes de pasar a la escultura y la necesaria investigación de pasta y color, una búsqueda desde la química cerámica.
Cada pieza es única, no se repite, solo lo hace si se crea una familia de piezas o una instalación. Son modeladas a mano cada vez o en torno alfarero. “Me gusta pensar en instalaciones, en modificar espacios, plasmando pequeños mundos que son parte de la magia de la vida”.
Así sucedió con su obra “Un reino aparte”, una instalación de hongos realizados en gres y cristalizaciones, que invita a poner la mirada en las formas y comportamientos de la naturaleza como maestra. Observar lo que toma forma y vida en la tierra, sus ciclos, dualidades, relaciones intraespecíficas e interespecíficas.
”Lo primero que encontré en los hongos es lo que veía en cierto aspecto de mí, algo frágil, invisibilizado entre tantas construcciones humanas, sociales; vi lo subterráneo creciendo oculto hasta el momento de dar fruto, como pasa en los procesos personales y colectivos, en los grandes cambios de paradigmas”, rememora Natalia.
"Más allá de lo artístico o técnico, es siempre parte de un proceso espiritual, una visión del mundo que acompaña mi crecimiento y búsqueda"
“Me pareció fantástico lo de ser un reino aparte y su función en la vida toda. Me enamoré de sus formas, colores, texturas, luminiscencia, propiedades, su importancia. Me parecieron grandes maestros para aprender. Y a partir de ahí, el deseo de visibilizarlos”.
El jardín es su lugar ideal para conectarse con la energía de la vida, para crear. La casa es el resguardo y protección esenciales, pero su aprendizaje está afuera, donde se puede sentar a escuchar sonidos vivos, ver el movimiento de un insecto, entender los tiempos naturales. Y comenzar así el andar hacia una nueva obra.
"El hongo es un ser subterráneo que sobrevive a los milenios, comunica raíces y las nutre en simbiosis. Crece gigante bajo la tierra, permanece oculto, pero tiene claras y fundamentales acciones"
“En la creación ocurren tantas cosas que es difícil ponerlo en palabras. Siento que mucho sucede en otro plano, que nos excede, y después terminamos viendo que muchas personas en distintos lugares del mundo trabajaron en lo mismo casi al mismo tiempo, como algo en el aire, en el tiempo, algo que está en el inconsciente colectivo”.
IG: @kaban.arte
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