Ubicado en Los Cardales, el emprendimiento familiar La Pebeta creció en torno a la filosofía de utilizar solo productos de estación y conservas artesanales. Está emplazado en un bosque con más de diez mil árboles.
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El proyecto surgió hace 20 años, con el deseo familiar de tener una casa de fin de semana con huerta y árboles frutales. Buscaban un lugar cerca de la ciudad, pero que no fuera adentro de un country para tener la libertad de plantar árboles de todo tipo y tener animales de granja. Pero esa ideal inicial devino en emprendimiento y hoy La Pebeta es un restorán que existe hace casi cuatro años, con la expansión del campo y de la huerta. Primero, y por pedido de su familia y amigos, los dueños empezaron repartiendo verduras y al poco tiempo comenzaron a hacer mermeladas, pusieron abejas para producir miel y a procesar los ingredientes de la huerta.
Más tarde, al sumar las últimas 50 hectáreas (de 100), implementaron un proyecto de diseño de la Asociación Argentina de Permacultura, con un lago y un bosque de más de 10.000 árboles para aumentar la biodiversidad y llevar el total a más de 15.000 árboles (y aún creciendo).
La huerta como protagonista
La huerta comenzó a tomar cada vez más importancia cuando los dueños compraron los invernáculos para extender la temporada de ciertos vegetales. Hoy, la superficie de huerta e invernáculos suma un poco más de una hectárea. En las 100 hectáreas, también, crían en forma natural vacas, corderos (“scottish black face”), chanchos, jabalíes, pollos, cabritos boer y pavos. Además de la diversidad de especies animales silvestres.
“Todo esto, a lo largo de los años, nos llevó a intentar comer con la filosofía de consumir solo lo que hay en cada estación, o lo que pueda haber en conserva. Es decir, lo que la granja y la naturaleza nos provean en el año. Esta filosofía es la que terminamos plasmando como esencia indeclinable en nuestro restorán y nuestro almacén. Solo vender y servir productos de agricultura natural, frescos y de estación, de la granja a la mesa.”, cuentan los dueños de este increíble lugar.
El manejo de la huerta es intensivo ya que buscan tener mucha variedad de producto para llevar al restorán. Esto hace que cultiven más de 30 especies de vegetales por temporada y entre 5 y 10 especies de semillas por variedad. También están intentando ser autosuficientes en el ciclo de semillas y almácigos, para lograr así manejar su propia genética de largo plazo. Para eso. todos los años prueban nuevos cultivos y variedades para determinar cuáles se adaptan mejor al suelo y al clima donde se encuentra La Pebeta. “Seguimos practicando la permacultura en nuestros bosques y en algunos de nuestros cultivos. Es un sistema en que el diseño es su mayor beneficio (observación de vientos, horas de sol, suelos y cultivos beneficiosos).”, agregan.
La Pebeta requiere el trabajo de una granja plenamente diversificada durante la semana, que varía de estación en estación y año tras año. Tareas como producir almácigos, hacer lomos, juntar guano, guardar las sobras para compost, podar, quitar yuyos, esquilar, inseminar y muchas tareas más son parte de lo que hacen en la granja. Todo ese trabajo se utiliza para producir cosas para vender o se cocina para el fin de semana. Esto obliga a mantener muy cercano el canal de comunicación entre huerta y cocina.
La carta del restorán es simple, con productos naturales, de la granja a la mesa. Hay desde pizzas y hamburguesas hasta un menú de varios pasos con el mejor producto de la granja.
Hacia el futuro
Con vistas al mañana, los dueños y fundadores de La Pebeta planifican hacer una huerta y comedor comunitarios para transmitir su conocimiento a la comunidad; tener habitaciones para el turismo de huerta y gastronomía; construir un invernáculo geométrico para frutales tropicales; seguir profundizando el sistema autosustentable y criar, cosechar, nutrir, devolver, aprender. Y desafíos: implementar el sistema de pastoreo Voisin; duplicar la superficie de la huerta; construir un espacio donde hacer almácigos; plantar más de 150 nuevos frutales durante 2021; incubar las gallinas ponedoras para lograr la reposición propia; y elaborar cada vez más productos para el restorán y almacén.
- Cuándo ir: Miércoles a domingo de 12 a 16.
- Dónde queda: Calle San Antonio de Areco, accediendo desde la Ruta 6 km 184. Campana, Provincia de Buenos Aires.
- Más información: www.lapebeta.ar. IG: @lapebeta