Si estás pensando cómo hacer para que tus plantas de interior no mueran durante tus días de descanso, algunos de estos elementos te pueden ayudar a viajar sin culpas... los jardineros y jardineras también se toman vacaciones.
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Las nuevas tecnologías nos permiten automatizar los riegos de nuestras plantas o huertas: las macetas inteligentes, los humificadores a batería o los goteros de riego son productos ideales para cuidar las plantas aún a kilómetros de distancia.
Macetas de autoriego
De distintos colores y alturas, para plantas de interior o exterior, las macetas inteligentes tienen un sistema que nos permite olvidarnos del riego por 15 a 60 días.
Ideales para aquellos que pasan largos periodos fuera de casa, funcionan con dos contenedores y un espacio que sirve de depósito de agua, donde descansan unas tiras de poliéster que salen del interior de la maceta y están en contacto con el sustrato y las raíces.
Existen varios modelos y hay maceteros para balcones, patios o terrazas para cultivar flores, hierbas y vegetales.
Gota de agua
Es un sistema de riego por goteo a través de una artesanía de vidrio soplado con forma de gota que va liberando agua a medida que la planta lo requiere.
Un pequeño objeto de diseño dentro del universo botánico urbano que se puede usar en plantas ubicadas en ambientes interiores como en exteriores. Y lo mejor: nos ahorra tiempo y nos garantiza que la planta va a recibir el agua que necesite por aproximadamente una semana.
Humidificador de bambú
Generalmente utilizados para aromatizar los ambientes, colocar un humidificador sin esencias, sólo con agua filtrada, cerca de nuestras plantas de interior puede ayudar a garantizarles la humedad que requieren.
Fáciles de usar, se cargan con un 1 cable USB y tienen una duración de aproximadamente 4 o 5 horas.
Regador de huertas y canteros
Perfecto para las huertas urbanas, es un sistema que existe hace miles de años en países como África, China o India y su forma de usarlo es muy simple: solo hay que enterrarlo, ya sea directamente en la tierra o en una maceta, dejando el pico afuera y luego llenarlo con agua.
El secreto de este recipiente realizado en barro es que es muy poroso, lo que permite que el agua contenida se vaya filtrado muy de a poco a la tierra. Cuando la tierra y las plantas se saturan de agua, ya no se filtra más hasta que la tierra vuelve a secarse. Tiene una autonomía de riego de hasta cinco días y cubre un diámetro de 60 cm.