Ideales para espacios pequeños, son protagonistas por la belleza de sus flores. En esta nota, todos los secretos para cultivarlos.
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Los lotos pueden crecer en un estanque en el jardín pero también dentro de un contenedor en un balcón, patio o terraza y florecer en verano siempre que tengamos en cuenta sus requerimientos.
A la flor de loto se le considera una planta sagrada en China y la India, por lo cual se le han atribuido múltiples significados y simbolismos. Es una planta acuática elegante, de una belleza única. Surge en el barro o aguas estancadas, en busca de la luz y la elevación. De allí que, en Oriente, se la asocie a la pureza espiritual, que se desprende de lo carnal, es decir, de lo terrenal, para elevarse.
¿Qué necesitamos para cultivarlos?
- Al ser una especie de crecimiento profundo es necesario un contenedor de por lo menos 60 cm de diámetro. La superficie es fundamental para que se desarrollen sus rizomas.
- Lo recomendable es que 25-30 cm corresponderán al sustrato y 10-15 cm serán de agua; siempre deberá estar inundado.
- El sustrato debe ser tierra negra común pesada, no es recomendable usar compost o similares, ya que es muy liviana y con el agua queda como una “sopa”, sin estructura.
- El loto necesita pleno sol; si bien puede crecer en otras condiciones, la floración se verá mermada.
- El tamaño y el peso del contenedor con agua será considerable, así que es recomendable buscarle un lugar definitivo en nuestro patio o balcón antes de armar el estanque.
Su floración comienza en diciembre y se mantiene durante el verano
Cuidados básicos de temporada
El gran secreto para conservar nuestro estanque saludable en verano es sencillo: mantener el agua fresca. Sobre todo cuando las temperaturas son cada vez más elevadas.
Lo ideal es mantener el agua por debajo de los 20-25° C; esta es una temperatura de confort para las plantas.
Mini loto para el cultivo en espacios pequeños
El Nelumbo ‘Baby Doll’ fue desarrollado por Perry Slocum en 1985; es una variedad de porte chico, que alcanza entre 60 y 75 cm de altura.
Sobre el final del verano son llamativas sus muy pequeñas cápsulas con sus semillas, que no llegan a 2 cm de diámetro. Es todo chiquito y de muy fácil cultivo.
Paso a paso para germinar las semillas de loto
Recolectadas luego de la floración de verano, las semillas de loto requieren determinados cuidados para su germinación.
- El tegumento de las semillas de loto es muy resistente y esta protección mantiene viable el embrión luego de muchísimos años. Para acelerar su brotación, tenemos que escarificarlas. Esto se hace raspando el revestimiento con una lima o una lija hasta lograr ver los cotiledones blancos. Aunque parece una tarea fácil, resulta dificultosa y es necesario armarse de paciencia.
- Una vez logrado el espacio que facilitará la salida del embrión, colocamos las semillas en un vaso con agua y las dejamos en un ambiente donde la temperatura sea estable (por ejemplo, la cocina). Las semillas viables son las que quedan en el fondo del recipiente, no las que flotan.
- Realizamos cambios diarios con agua tibia. La germinación ocurre en pocos días.
- Dejamos desarrollar la plántula hasta tener una radícula desarrollada y, por lo menos, dos hojitas desenvueltas (redondas). En este momento está en condiciones de ser trasplantada. Lo ideal es hacerlo en primavera, cuando la temperatura exterior posibilite su normal crecimiento.