La chef sustentable Laura Di Cola, promotora de una cocina sin desperdicios, nos propone sumar verduras al jardín y dos originales recetas con las verduras que podemos cultivar en casa.
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En un mundo cada vez más interesado y preocupado por el medio ambiente, la salud y los alimentos, es fundamental replantear nuestra relación con la tierra y encontrar nuevas formas de aprovechar sus recursos de manera consciente.
En este contexto, los jardines comestibles se presentan como una alternativa prometedora, ya que nos permiten gozar de una alimentación saludable y sostenible directamente desde nuestra propia casa, y también de una estética planteada con ciertas especies perennes entre algunas para consumo personal. Imaginate salir al jardín y disfrutar no solo de la biodiversidad y la vista que te propone, sino, además, de cosechar hojas verdes frescas para la ensalada, recolectar hierbas aromáticas para las infusiones e incluso deleitarte con flores y frutos cultivados de manera orgánica.
¿De qué manera? Tres, principalmente:
- Al cultivar nuestras propias plantas, tenemos un mayor control sobre cuánto cosechamos y consumimos, evitando así la compra excesiva y el desperdicio innecesario.
- Contamos con seguridad alimentaria y eso nos permite la valoración de cada parte de la planta, desde la raíz hasta la flor.
- Mediante técnicas de compostaje, podemos aprovechar los restos orgánicos para enriquecer nuestra tierra y, así, crear un ciclo sostenible de nutrientes.
En mis canteros hay buxus con borrajas, repollos y ajos. En la huerta hay linos y salvias para atraer biodiversidad, quinotos con cúrcuma a sus pies y una mata de frambuesas cerca de los naranjos. Un cantero con bananos y ortigas abajo que, no solo protegen la ventana de mi cocina del sol en exceso, sino que este año dieron las primeras bananas.
Una higuera rodeada de repollos y el compost rodeado por macetas tipo jardineras con lechugas y otra higuera en maceta. La huerta está plantada sobre el techo de mi cocina. Es una forma de darle un mejor ambiente y recibir su protección, ya que los techos verdes reducen el impacto del calentamiento ambiental.
El contacto con la naturaleza, el cuidado de las plantas y la sensación de autonomía al cultivar nuestros propios alimentos nos acercan a los ciclos naturales de la vida. Alimentarse de lo que la tierra nos da se convierte en un acto de gratitud y de amor.
También tienen un impacto positivo en la salud. Los jardines comestibles nos invitan a repensar nuestra relación con la tierra, a valorarla como generadora y promotora del bienestar. La tierra es un recurso invaluable que deberíamos proteger para las generaciones futuras.
Col al plato
La coliflor al plato es una comida en sí misma. Tierna, sabrosa y hasta dulce, al tener tantos nutrientes, un alto contenido de fibras y bajo de calorías, podés darte el lujo de comerla entera. Como guarnición de carnes asadas también queda muy bien.
Ingredientes
- Coliflor, 1
- Miso o tahíni, 1 cda.
- Pasta de maní, 1 cda.
- Agua, 2 cdas.
- Comino, ½ cdta.
- Pimentón ahumado, 1 cdta.
- Orégano, ½ cda.
- Cúrcuma, ¼ cdta.
- Ajo, 3 dientes picados
- Salsa de soja, 3 cdas.
- Pimienta negra, 1 pizca
Para servir: Jugo de limón fresco y perejil fresco picado.
Preparación
Precalentar el horno a 170° C. Para evitar que se pegue o queme si cae salsa, colocar papel en la base de una fuente para hornear profunda. Lavar la coliflor. Reservar el tallo y las hojas para rellenos. Escurrir. En un bol chico, mezclar todos los ingredientes, menos la coliflor, hasta que queden completamente integrados. Pintar con esta mezcla la col. Llevar al horno por 30 a 40 minutos, dependiendo del tamaño de la flor. Una vez tierna por dentro y dorada por fuera, retirar del horno. Servir con perejil picado y limón fresco
Pesto de taco de reina
El taco de reina es el mejor reemplazo que encontré en invierno de la albahaca. El pesto es una salsa rápida, saludable y muy bien aceptada para pastas, risottos y hasta para carnes. Sus hojas aportan gran cantidad de vitamina C y flavonoides.
Ingredientes
2 puñados de hojas de taco de reina
2 cdas. de jugo de limón
4 unidades de nueces
1 pizca de sal
1 diente de ajo (opcional)
30 g de queso rallado (opcional)
Preparación
Colocar las hojas de taco de reina, lavadas previamente, en una procesadora, licuadora o mortero. Agregar el jugo de limón, el aceite y la sal. Procesarlas hasta que quede una crema verde lisa. Agregar las nueces, procesar nuevamente, pero esta vez hasta que queden rotas pero no hechas polvo. Por último, agregar el queso rallado. Envasar y llevar a la heladera por hasta 7 días. En el caso de freezar, te recomiendo hacerlo en cubitos, para poder descongelar uno por comensal a medida que se necesite.