El fenómeno mojado, que producen las tipas en primavera no tiene nada que ver con la lluvia y tampoco con el “llanto”. Te contamos de qué se trata y quién es el responsable.
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La tipa (Tipuana tipu) es un árbol de gran porte y una de las especies nativas más difundidas en el paisaje urbano en áreas templado cálidas, tanto en calles como parques, gracias a la labor del paisajista Charles Thays entre fines del siglo XIX y comienzos del XX.
Es originaria de las yungas o selva tucumano-oranense. Pierde sus hojas en primavera avanzada y, antes de la floración, cuando alfombra el suelo con bellísimas flores amarillas, se produce algo que hace que levantemos la vista hacia sus copas, para entender qué ocurre.
Independientemente del tiempo meteorológico, para octubre o noviembre en las ciudades de la región pampeana, aquellos que caminan por calles o parques arbolados con tipas, creen que se largó la tormenta, a pesar de que haya sol pleno o algunas pocas nubes.
Efecto mojado
Este fenómeno de “mojado” repentino lo produce un insecto de la familia de las chinches, Cephisus siccifolius, un áfido que, con su aparato bucal picador-suctor, al estilo de un sorbete que clava sobre las hojas tiernas, se alimenta del jugo azucarado que circula dentro de los tejidos vegetales: la savia.
Este fenómeno ocurre también en otras leguminosas, como seibos o algarrobos.
La chicharrita de la espuma, que así se la conoce vulgarmente, en su estado de ninfa no solo recurre al jugo azucarado para alimentarse: la espuma que producen (que en realidad es el líquido que eliminan después de haber absorbido los nutrientes de la savia) también le sirve de escondite contra los predadores y las mantiene húmedas.
Las burbujas que forman esa espuma provienen del batido con aire que introducen a través de un tubo de respiración que se encuentra en el extremo del abdomen de las ninfas.
Cuando esas masas de espuma van tomando peso y volumen, se licua y deshace en gotas que caen por su propio peso, formando a veces grandes charcos sobre el piso.
El goteo de las tipas suele verse como incómodo, pero hay que aclarar que ese líquido no es tóxico, no mancha la ropa, puede ensuciar un poco los vehículos que quedan estacionados debajo de la copa de los árboles.
Efectos positivos de los árboles
- Con sus grandes copas generan una sombra refrescante en el verano.
- Sus flores y frutos atraen fauna que enriquecen la biodiversidad en los ambientes urbanos.
- Su madera almacena el carbono que toma del ambiente a través de la fotosíntesis, secuestrando CO2 (un gas de efecto invernadero) y por lo tanto mitigando el cambio climático.
- Son barreras acústicas en avenidas y calles de alto tránsito vehicular.
Si se consideran todos los efectos benéficos de los árboles, una pequeña lluvia inesperada de parte de ellos, deberá ser agradecida.