El Vivero Acuático Naturalia es productor de acuáticas y palustres. Te contamos las características y tipos de iris Louisiana que podés encontrar en su vivero
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El Vivero Acuático Naturalia es productor de plantas acuáticas y palustres. En su cultivo cuentan con algo más de 180 variedades de lirios, muchas de ellas surgidas a partir de hibridaciones propias de iris Louisiana. Son plantas versátiles que suman mucho color a tu jardín o estanque.
Los magníficos híbridos de los lirios o iris Louisiana descienden únicamente de cinco especies: Iris brevicaulis, Iris fulva, Iris giganticaerulea, Iris hexagona e Iris nelsonii. Todos son nativos de Estados Unidos y citados principalmente en el valle inferior del río Mississippi (desde el sur de Illinois y el sureste de Missouri), llegando hasta la llanura costera del Golfo y a la llanura costera del Atlántico (norte de Florida y Carolina del Sur).
La primera cita data del año 1812 y fue otorgada para la especie Iris fulva. Se cree que las diferentes variaciones halladas dentro de estas cinco especies comenzaron a cultivarse en jardines privados cerca del año 1920 y desde entonces, año tras año, muchos cultivadores comenzaron a realizar hibridaciones y a obtener una gran variación en tamaños, tonalidades y formas realmente maravillosas.
Los iris Louisiana son plantas herbáceas correspondientes a la familia Iridaceae, dentro de la serie Hexagonae del género Iris, pertenecientes a la subsección Apogon (no poseen barbas en sus flores como los iris germánicos o barbados).
Son plantas perennes y rizomatosas, de hojas lanceoladas y follaje muy prolijo. Poseen tallos florales muy largos y erectos, que llegan a medir hasta 1,50 m en algunos casos. Sus flores suelen ser de porte mediano a grande (hasta 18 cm de diámetro en las variedades tetraploides), compuestas principalmente por tres pétalos generalmente semipéndulos o péndulos denominados “caídas”, que en su base presentan algunas rayas o manchas –en tonos amarillos, blancos, verdes– llamadas “señales”; y tres pétalos más finos y erectos llamados “estandartes” (en algunas variedades modernas suelen ser anchos y muy semejantes a las caídas).
Son de desarrollo extremadamente adaptable y tolerantes a diferentes factores climáticos, de modo que pueden cultivarse en situaciones con un mínimo de dos horas de sol directo tanto como en otras de extrema insolación durante todo el día. Podemos plantarlos en canteros comunes, preferentemente húmedos, y hasta en completo encharcamiento o incluso dentro de un estanque. Se desarrollan excelentemente en suelo y también en macetas, en lo posible sin agujeros de drenaje.
Estos lirios jamás sufrirán o se pudrirán por exceso de agua; por el contrario, adoran los riegos excesivos.
La época ideal para su división es desde fines de verano hasta otoño. Se separan los rizomas y se poda el follaje a unos 10 o 15 cm. Se colocan directo en suelo o en contenedores de no menos de 3 litros de capacidad. A diferencia de los iris barbados o germánicos, en el caso de los Louisiana es mejor cubrir por completo la superficie o lomo del rizoma con sustrato.
En este momento es ideal adicionar un buen fertilizante con bajo contenido en nitrógeno y alto en fósforo, y en lo posible de liberación lenta. Con solo una aplicación en esta época será suficiente para obtener un buen desarrollo foliar y lograr una excelente floración. Son plantas que se encuentran activas durante los meses más frescos del año y no son afectadas en lo más mínimo por las heladas, al contrario: adoran el frío del otoño y el invierno.
Durante el verano se encuentran en reposo; si están ubicadas bajo un árbol de follaje caduco, generalmente conservarán su follaje de color verde intacto, pero si están a sol pleno durante el verano muchas veces el follaje virará a tonos amarillentos. En ese caso, podemos realizar una poda a unos 10 cm de la base del rizoma.
Con la llegada de las bajas temperaturas otoñales ellos despertarán y comenzarán a brotar imparablemente, irán tomando más y más altura y envergadura durante los meses más fríos.
En la zona sur del Gran Buenos Aires, a partir de agosto comienzan a aparecer los primeros signos de formación de las próximas varas florales. Generalmente comienzan a florecer anunciando la llegada de la primavera a finales de septiembre hasta mediados a fines de noviembre. Hay variedades de floración temprana, media y tardía.
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