Respeto por el entorno, biodiversidad y ecología son las premisas que guiaron este proyecto.
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En 2010, Laura Sinelli, paisajista y dueña de casa, conoció el lugar. Era un campito que recién empezaba a lotearse y que se había utilizado siempre para el agrocultivo; allí quedaban rastrojo de la última cosecha, algunas hierbas y pastos a la altura de la rodilla.
Los primeros años fueron un intento de parquizar sin objetivos ciertos. La idea en ese entonces era “verlo prolijo”, lo que significaba cortar pasto, básicamente. Hoy, la búsqueda es una intervención consciente, respetando el entorno.
Biodiversidad y ecología son las prioridades. De a poco se va disminuyendo la superficie de césped, con la intención de promover una mayor biodiversidad y lograr un mantenimiento más ecológico.
En los sectores en los que se dejó de cortar el pasto, se marcaron senderos y momentos de descanso. A medida que se va viviendo el lugar, las necesidades van decantando casi solas.
La llegada de los hijos requirió de rincones de juego, otros para las reuniones con la familia y amigos, y también espacios de estar a la sombra.
Por otra parte, la pandemia impuso la necesidad de armar un lugar para el Estudio Pala, para trabajar desde el hogar y, además, revalorizar la huerta acercándola a la casa para que todos los integrantes de la familia pudieran involucrarse.
En los sectores más próximos a la construcción predominan las herbáceas. En el resto del jardín, gramíneas y arbustos, porque además de tener que ver con el paisaje circundante, funcionan muy bien solos.
Ajustar el ojo y mirar un poco más allá de lo estético. La belleza está en cómo uno vive ese espacio de conexión con la naturaleza y en el efecto “contagio” que puede provocar.
Laura Sinelli dice
¿Una combinación que te encanta?
Eragrostis curvula, Baccharis trimera, Lantana montevidensis.
¿Los favoritos del jardín?
Muy difícil. Tengo miles.
¿Una estación favorita para vivir el jardín?
El otoño. Plantas y bichos preparándose para el gran cambio de estación. Esa transición es increíble.
Ajustar el ojo y mirar un poco más allá de lo estético. La belleza está en cómo uno vive ese espacio de conexión con la naturaleza y en el efecto “contagio” que puede provocar.
¿Qué es lo primero que hacés cuando salís al jardín?
Paneo de lo general a lo particular. Debería tener un registro en papel, pero me termina ganando la cámara de fotos y pensar que me voy a acordar de todo.
¿Cuál fue tu última intervención?
Salvia leucantha blanca en el ingreso a la casa.
¿A qué le decís sí?
A la curiosidad, a no quedarme con el resumen.
¿A qué le decís no?
A la duda. Necesito estar convencida.
¿Algunas cosas que no volverías a hacer?
No mirar suficientemente el paisaje preexistente. Ejecutar las tareas del jardín sin pensar en el ecosistema. Podar sin primero tener la seguridad de cómo y cuándo.
¿Algún material aliado?
El paisaje preexistente.
¿Una curiosidad?
La inteligencia de las plantas.
LA NACION