Piet Oudolf y Nigel Dunnett representan a una generación de paisajistas que se aventura en la creación de praderas salvajes, una corriente cada vez más en boga que suma adeptos en todo el mundo. Les hicimos preguntas y ellos respondieron. Conocé qué opinan.
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Algunos exponentes del paisajismo internacional dicen que es un retorno a la naturaleza. Jardines que parecen vírgenes, con praderas salvajes de plantas nativas que se expresan de manera silvestre, libre. Jardines con senderos donde también se suman otras especies que, aunque no son nativas, se funden con la flora espontánea y crean una comunidad de plantas que convive armónicamente generando ambientes favorables para aves y mariposas. Que estas praderas sean sustentables y buenas para el medio ambiente convierte a los llamados jardines naturalistas en una tendencia global, cada vez más adoptada en espacios públicos y privados.
Sobre esta forma de abordar y diseñar los jardines, desde Revista Jardín le preguntamos por separado a Piet Oudolf y a Nigel Dunnet, dos de los paisajistas referentes a nivel internacional de esta corriente, qué opinaban. Piet Oudolf es arquitecto holandés, creador del movimiento New Perennial, diseñador de famosos jardines como el High Line de Nueva York y autor de varios libros, mientras que Nigel Dunnett es de origen inglés y una de las voces fuertes que lideran los enfoques innovadores en diseño de plantaciones.
¿Cómo ven la tendencia naturalista en el mundo? ¿Y en su propio país?
-Piet Oudolf: Hoy en día existe una tendencia mundial de que el diseño de jardines sea menos decorativo. Mientras que en los primeros años el jardín inglés era la única inspiración. Hoy, en el contexto de los problemas ambientales, la naturaleza se ha convertido en una nueva fuente de inspiración para usar en el jardín privado.
-Nigel Dunnett: Ya viene desde hace varias décadas, así que ya no es en realidad una tendencia, sino más bien una línea o estilo de jardinería que ha llegado para quedarse. No se irá. En el Reino Unido, podría decir que este estilo es ahora casi la corriente principal entre los diseñadores de jardines. Pero no aún en el público general de la jardinería, la industria del paisaje o la arquitectura paisajista.
¿Cuáles son los beneficios de la plantación naturalista?
-Piet Oudolf: Los beneficios no son solamente menos mantenimiento. Crea una conexión con el entorno, suele ser más sensible y, si se hace bien, uno no tiene que reponer muchas plantas.
-Nigel Dunnett: Con mayor frecuencia, los beneficios “científicos”, ecológicos y ambientales son recalcados primero. Yo además quiero subrayar la “plenitud del arte” también, y los efectos de extrema positividad y alegría que puede tener sobre las personas, como ningún otro tipo de plantación. Esto es, en la esencia de la salud y el bienestar, claro.
¿Hay escenarios “mejores” para hacer este tipo de plantación?
-Piet Oudolf: No tengo idea. Cada uno puede hacerlo a su manera. Pero requiere conocimiento de plantas y ese es el “cuello de botella” para hacerlo bien.
-Nigel Dunnett: No, no realmente. Pueden encontrarse soluciones naturalistas para cada escenario. El mayor problema es la definición de plantación naturalista. No es solo un estilo o una manera de trabajar, y hay una amplia gama de aproximaciones o formas de acercarse que están bajo el paraguas de la plantación naturalista. Dentro de esto podemos encontrar cosas que funcionan en cada escenario.
¿Algún descubrimiento para compartir respecto del diseño naturalista?
-Piet Oudolf: El naturalismo fue recientemente descubierto por un público mayor. Pero es todavía una aventura.
-Nigel Dunnett: “Naturalista” no es suficiente. Eso significa crear o manejar algo que tiene la apariencia o carácter de la naturaleza. Pero a veces se requiere mucha energía e intenso mantenimiento para que las cosas parezcan naturales. En cambio, también necesitamos ser ecológicos, para que la plantación no solo se vea natural, sino que se comporte como en la naturaleza. La jardinería naturalista siempre tiene que cambiar y evolucionar. No se trata de usar las mismas especies en diferentes regiones, sino que debe siempre responder a la ecología regional y local. Y siempre necesita reinventarse.
LA NACION